Endoscopio bimodal detecta señales tempranas del cáncer de esófago

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 03 Oct 2016
Un endoscopio de luz fluorescente en el infrarrojo cercano (CIR) y de luz visible puede ayudar en la detección temprana de los tumores malignos de esófago, como el esófago de Barrett (EB), según un nuevo estudio.

Desarrollado en la Universidad de Cambridge (Cambridge, Reino Unido), el endoscopio bimodal (de luz en el CIR y de luz blanca), detecta colorantes fluorescentes de aglutinina de germen de trigo (WGA-IR800CW) con el fin de construir una imagen traducible clínicamente. El endoscopio funciona a través del co-registro de las imágenes en el CIR y de luz blanca, y luego retirar el artefacto de panal de abeja que surge del haz de fibras ópticas. Las imágenes resultantes proporcionan un campo de visión de 63° y una resolución de imagen de 182X182 µm.

Imagen: Muestra endoscópica de la mucosa coloreada con WGA-IR800CW y fotografiada con un endoscopio en el CIR (Fotografía cortesía de Sarah Bohndiek).

Los investigadores demostraron con éxito (ex vivo) que el sistema puede diferenciar entre los tipos de tejidos gástricos y de células escamosas en los estómagos de ratón, y detectar con exactitud la fluorescencia WGA-IR800CW, en las resecciones esofágicas humanas. Según los investigadores, el nuevo endoscopio puede delinear con más exactitud la displasia y ayudar a superar la auto-fluorescencia del tejido, la cual limita tanto la sensibilidad como el contraste de las lectinas marcadas con fluorescencia, bajo la luz visible. El estudio fue publicado el 4 de agosto de 2016, en la revista Journal of Biomedical Optics.

“Las personas que corren un alto riesgo de desarrollar cáncer de esófago, tales como aquellos con esófago de Barrett, podrían ser vigiladas estrechamente con esta técnica, y la eliminación de parches de células pre-cancerosas podría prevenir algunos casos de cáncer de esófago”, dijo la autora principal, Sarah Bohndiek, PhD, del Instituto de Investigación del Cáncer de Cambridge. “Pero tenemos que hacer algunas pruebas más, antes de que se puedan configurar los ensayos clínicos con pacientes para comprobar que tan eficaz es el método para salvar vidas”.

El esófago de Barrett se desarrolla como resultado de una lesión crónica debido a la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), que causa metaplasia del revestimiento epitelio escamoso normal del esófago, sustituyéndolo por células caliciformes, que, por lo general, se encuentran más abajo en el tracto gastrointestinal (GI). La importancia del EB es su fuerte asociación con el adenocarcinoma de esófago, una forma particularmente mortal de cáncer.

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University of Cambridge



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