Una opción de imágenes por TC expande las opciones de la paleopatología

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 15 Jan 2019
Un estudio nuevo afirma que se puede utilizar la tomografía computarizada (TC) basada en la propagación para mejorar el contraste cuando se toman imágenes de los tejidos blandos de momias antiguas.

Investigadores del Museo de Antigüedades del Mediterráneo y del Cercano Oriente (Estocolmo, Suecia), el Instituto Real de Tecnología KTH (Estocolmo, Suecia), y la Universidad Americana en El Cairo (Egipto), realizaron un estudio para evaluar la TC de contraste de fase como una alternativa no invasiva a la histología en el estudio de tejidos blandos antiguos. Para ello, escanearon una mano humana momificada del antiguo Egipto utilizando un arreglo experimental para imágenes basadas en propagación que incluían una fuente de rayos X de microfoco, una etapa de rotación de la muestra y un detector de rayos X.

Imagen: Una momia egipcia a la que le practican una tomografía computarizada (Fotografía cortesía de KTH).

Se tomaron imágenes de la mano momificada en dos modos diferentes. Primero, se realizó una tomografía computarizada de toda la mano en una disposición general adaptada para un gran aumento. Luego, se realizó un escaneo detallado de la punta del dedo medio, con una resolución estimada de 6–9 µm. Los resultados mostraron que la visión general de la TC permitió la identificación de los tendones en la mano, así como la identificación de arterias y nervios en el tejido blando deshidratado. En la configuración detallada de contraste de fase, se habría podido realizar una histología virtual de los tejidos blandos de la punta del dedo.

La exploración reveló los vasos sanguíneos en el lecho ungueal, la microanatomía de la médula ósea y la hipodermis, e incluso se pudieron percibir las distintas capas de la piel. Las estructuras redondas en el tejido adiposo se identificaron como restos de adipocitos. Según los investigadores, la TC de contraste de fase pronto podría reemplazar la extracción y el procesamiento químico que se requiere actualmente para la patología exacta de los tejidos blandos en muchas muestras viejas y frágiles. El estudio fue publicado en la edición de diciembre de 2018 de la revista Radiology.

“Al igual que la TC convencional se ha convertido en un procedimiento estándar en la investigación de momias y otros restos antiguos, vemos la TC de contraste de fase como un complemento natural de los métodos existentes”, dijo Jenny Romell, MSc, del Instituto Real de Tecnología KTH. “Esperamos que la TC de contraste de fase encuentre su camino a los investigadores médicos y arqueólogos que han luchado durante mucho tiempo para recuperar información de los tejidos blandos, y que el uso generalizado del método de contraste de fase lleve a nuevos descubrimientos en el campo de la paleopatología”.

La paleopatología es una ciencia interdisciplinaria centrada en el estudio de enfermedades antiguas. Las patologías pueden ser intrínsecas al sistema en sí (como trastornos autoinmunes o artritis traumática) o causadas por un factor extrínseco (como bacterias o veneno). La mayoría del trabajo es realizado por antropólogos que estudian enfermedades en culturas antiguas, con contribuciones sustanciales del personal médico, especialmente en estudios comparativos modernos.

Enlace relacionado:
Museo de Antigüedades del Mediterráneo y del Cercano Oriente
Instituto Real de Tecnología KTH
Universidad Americana en El Cairo




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