Imagenología foto acústica visualiza la cicatrización en el riñón donado

Según un nuevo estudio, las imágenes fotoacústicas (FA) pueden cuantificar de manera no invasiva la fibrosis cortical en los riñones con una exactitud y velocidad sobresalientes.

Desarrollado por investigadores del Hospital de San Miguel (Toronto, Canadá) y la Universidad de Ryerson (Toronto, Canadá), la tecnología FA combina iluminación láser (para crear una onda de presión dentro del riñón) y ecografía para registrar los datos audibles. Luego, los sonidos se procesan a través de un algoritmo patentado de separación de mezclas espectral para generar mapas visuales que describen la cantidad y distribución de colágeno, sangre u otros tejidos, lo que permite a los médicos evaluar el potencial de trasplante de los riñones donados.


Las imágenes FA tridimensionales (3D) exhibieron una resolución suficientemente alta como para capturar variaciones intrarrenales en el contenido de colágeno. En menos de dos minutos, la nueva técnica puede generar una imagen con suficiente detalle para cuantificar la cicatrización total en un riñón donado. En 15 minutos, las imágenes en 3D pueden permitir la visualización no solo de las cicatrices renales generales, sino que también muestran su distribución en todo el riñón. Además, las imágenes FA se pueden realizar in situ durante el trasplante, lo que podría tener un amplio impacto preclínico y clínico. El estudio fue publicado el 16 de abril de 2020 en la revista JCI Insight.

“Actualmente no tenemos forma de evaluar de manera confiable la calidad de un riñón donado. La cicatrización es un tipo importante de daño renal que puede ocurrir en los riñones de los donantes; este fue el ímpetu detrás de nuestro proyecto”, dijo el autor principal, el nefrólogo, Darren Yuen, MD, del Hospital de San Miguel. “Si pudiéramos medir las cicatrices en un riñón antes de que se ha trasplantado, podríamos asegurarnos de que alguien que ha estado en una lista de espera durante mucho tiempo no tenga un riñón que solo dure un año o dos”.

La imagenología fotoacústica se basa en pulsos láser no ionizantes, disparados a tejidos biológicos; parte de la energía suministrada se convierte en calor, lo que conduce a una expansión termoelástica transitoria y a la emisión ultrasónica posterior de banda ancha, que se puede detectar mediante transductores ultrasónicos y analizar para producir imágenes. La magnitud de la señal FA es proporcional al depósito de energía local, y puede mostrarse mediante contraste de absorción óptica en las imágenes de las áreas objetivo.

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Hospital de San Miguel
Universidad de Ryerson