Escáneres MEG de próxima generación usados como casco podrían detectar anomalías cerebrales en el POC

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 21 Jul 2022

El diamante ya se usa para detectar campos magnéticos, donde la cantidad de luz que proviene de defectos cuánticos en el diamante cambia con la fuerza del campo magnético. El problema con el método actual es que la mayor parte de esa luz se pierde. Ahora, un equipo de investigación internacional ha desarrollado un sensor de diamante basado en láser que puede medir campos magnéticos hasta con 10 veces más precisión que las técnicas estándar. La innovación podría ayudar a mejorar las técnicas de detección de campo magnético existentes para mapear la actividad cerebral para identificar trastornos.

La tecnología actual de magnetoencefalografía, o MEG, es muy sensible, pero también voluminosa, costosa de instalar y necesita operar a temperaturas ultra frías con helio líquido y los pacientes deben permanecer quietos. La tecnología MEG basada en el nuevo sensor de láser de diamante, desarrollado conjuntamente por científicos del Instituto Fraunhofer de Física Aplicada del Estado Sólido (IAF, Freiburg, Alemania) y la Universidad RMIT (Melbourne, Australia), sería mucho más pequeña que los dispositivos actuales, operaría a temperatura ambiente y podría adaptarse a pacientes que pueden moverse. Con esto, los científicos han dado un paso prometedor hacia una nueva generación de dispositivos precisos, asequibles y portátiles para detectar conmociones cerebrales, epilepsia y demencia. Con la financiación suficiente y la colaboración con la industria, se podría desarrollar un dispositivo de prueba de concepto que utilice el nuevo sensor en un plazo de cinco años.


Imagen: Una interacción láser con materiales de diamantes (Fotografía cortesía de la Universidad RMIT)

“Nuestro avance fue hacer un láser a partir de los defectos”, dijo el profesor Andrew Greentree, un experto de RMIT en tecnología de detección de diamantes. “Al recolectar toda la luz, en lugar de solo una pequeña cantidad, podemos detectar el campo magnético con 10 veces más precisión con nuestro sensor en comparación con las mejores prácticas actuales”.

“Las máquinas MEG actuales son dispositivos enormes, con instalaciones dedicadas, y también requieren un blindaje magnético a su alrededor”, agregó Greentree. “Realmente queremos tener algo que podamos colocar en la cabeza de un paciente y queremos que pueda moverse, y no sería necesario el costoso helio líquido para operar dicho dispositivo”.

Enlaces relacionados:
IAF  
Universidad RMIT


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