Nueva prueba de imagen molecular mejora el diagnóstico del cáncer de pulmón
Actualizado el 11 Mar 2025
El cáncer de pulmón sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer, principalmente porque a menudo no se detecta hasta que alcanza etapas más avanzadas y agresivas. El panitumumab, un anticuerpo humanizado utilizado en el tratamiento del cáncer, se dirige al receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), que está presente en la superficie de muchas células cancerosas. Este receptor es especialmente abundante en el cáncer de pulmón de células no pequeñas, lo que lo convierte en un objetivo principal para las terapias contra el cáncer. El cobre-64, un isótopo radiactivo, se utiliza en las tomografías por emisión de positrones (PET). Ahora, al combinar panitumumab con cobre-64, los investigadores y los médicos pueden localizar y rastrear tumores con mayor precisión y controlar mejor la eficacia de los tratamientos.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Alberta (Edmonton, Canadá) ha desarrollado una nueva técnica de imagen molecular que podría mejorar la detección del cáncer de pulmón y ofrecer un mejor seguimiento del progreso del tratamiento. Al combinar panitumumab con cobre-64, este nuevo método une la capacidad de precisión del anticuerpo con la excepcional sensibilidad de la detección por radioisótopos, proporcionando una herramienta para la detección más temprana y precisa del cáncer de pulmón, así como para el monitoreo de la respuesta al tratamiento.

El cobre-64, al vincularse con panitumumab, permite a los médicos e investigadores rastrear el "destino metabólico" del anticuerpo, incluida su acumulación y retención en las células cancerosas. Para evaluar este agente de imagen, el equipo utilizó varios modelos preclínicos de cáncer de pulmón en ratones, incluido un modelo de metástasis para identificar lesiones de cáncer de pulmón en órganos distantes como el hígado. El estudio, publicado en la revista Molecular Pharmaceutics, reveló que esta técnica de imagen no solo resalta los tumores en los pulmones, sino que también identifica tumores metastásicos en el hígado.
Esta doble capacidad de detectar tanto tumores primarios como metastásicos, al mismo tiempo que proporciona datos moleculares cruciales sobre las células cancerosas, supera importantes limitaciones de las técnicas de diagnóstico por imagen tradicionales. Por ejemplo, las tomografías computarizadas (TC) a menudo no detectan tumores más pequeños o aquellos ubicados en áreas difíciles como los tejidos blandos, y no ofrecen información molecular sobre las células cancerosas. La nueva prueba de imágenes PET también puede servir como una herramienta valiosa para rastrear el crecimiento del cáncer y la metástasis a lo largo del tiempo.
El equipo de investigación planea explorar más a fondo la combinación de panitumumab con cobre-67, un isótopo complementario capaz de emitir radiación dirigida para destruir células cancerosas. Cuando se combinan, panitumumab y cobre-67 podrían localizar y destruir células cancerosas sin afectar los tejidos sanos circundantes. Los investigadores también sugieren que otras terapias basadas en anticuerpos podrían combinarse con radioisótopos, como cobre-64 y cobre-67, para mejorar la detección y el tratamiento del cáncer, lo que podría representar un avance significativo en la atención y los resultados de los pacientes.
“En lugar de someter al paciente a una biopsia invasiva, se le puede administrar una inyección y luego utilizar una tomografía por emisión de positrones (PET) para visualizar el tumor y ayudar a los médicos a determinar el mejor curso de tratamiento”, dijo la coautora del estudio, Afsaneh Lavasanifar.
“Con nuestras herramientas, como biomarcadores de imagen, panitumumab radiomarcado y tecnología de imagen PET no invasiva, podemos proporcionar a los médicos información valiosa sobre la huella molecular de las células cancerosas”, agregó Frank Wuest, profesor de oncología en la Facultad de Medicina y Odontología.