TC y de RM desempeñan papel fundamental en diagnóstico de maltrato en niños

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 21 Jun 2016
Se ha refinado el conocimiento que los radiólogos pueden obtener de las lesiones relacionadas con el abuso y abandono infantil gracias a la investigación y la educación, así como por los avances en las técnicas de adquisición de imágenes por tomografía computarizada (TC) y por resonancia magnética (RM).
 

Imagen: Una reconstrucción en 3D de un niño con diversas fracturas de costillas que podría ser utilizada por los profesionales de la salud para los casos de abuso infantil (Fotografía cortesía de Sabah Servaes, MD).
Dado que los radiólogos son los primeros testigos de la evidencia de abuso físico o abandono de los niños que aparece en las imágenes de rayos X, una correcta interpretación de estos casos, así como la comunicación adecuada de la información, pueden impedir el maltrato en el futuro o incluso salvar la vida de un niño.
 
Solamente en los EUA, murieron 1.580 niños en 2014, debido al abuso o al abandono y de ellos el 70,7 % eran menores de tres años de edad. Los radiólogos están en capacidad de encontrar pruebas de que hay fracturas u otras lesiones y de diferenciar entre las lesiones que provienen del abandono o el abuso físico y aquellas que son el resultado de síndromes como el raquitismo, que pueden ablandar y debilitar los huesos de un niño. En los EUA, los casos de abuso de los niños terminan a menudo en los tribunales y los radiólogos a veces están obligados a declarar.
 
Algunos centros médicos utilizan la gammagrafía ósea con tecnecio-99 para los casos en los cuales la sospecha de abuso es alta, pero el estudio del esqueleto del niño es negativo. Otros centros utilizan exploraciones del cuerpo completo con Tomografía por Emisión de Positrones (PET) con las cuales se pueden detectar algunas fracturas debidas al abuso de los niños que pasan inadvertidas con un examen del esqueleto. Sin embargo, las exploraciones con PET son menos eficaces para detectar las lesiones metafisarias clásicas (LMC).
 
Sarah Sarvis Milla, MD, FAAP, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory (Atlanta, Georgia; www.med.emory.edu), dijo: “Diagnosticar un caso de abuso infantil puede ser un proceso muy complejo y difícil. Afortunadamente, los radiólogos no están trabajando en el vacío, sino como parte de un equipo de médicos, enfermeras, trabajadores sociales y agentes de la ley, que quieren el mejor resultado para el niño”.

Enlace relacionado:

Emory University School of Medicine
 


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