Terapia reduce daño dérmico inducido por radiación

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 22 Dec 2016
Una nueva terapia tópica, aplicada antes o después de la exposición a la radiación, previene el daño potencial a la piel debido al estrés oxidativo, según un nuevo estudio.
 
Desarrollada por investigadores en la Universidad de Pittsburg (Pitt; PA, EUA), la molécula sintética, denominada JP4-039, es un antioxidante dirigido a las mitocondrias, que ha sido diseñada para prevenir la acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS), limitando así el daño oxidativo y conservando la función mitocondrial. Según los investigadores, esto es importante ya que las mitocondrias son particularmente susceptibles al estrés oxidativo, y la apoptosis dependiente de las mitocondrias juega un papel importante en el daño al tejido, inducido por la radiación.
 
Los investigadores descubrieron que, tanto en modelos de piel humana como en ratones, la aplicación tópica de JP4-039 previno y mitigó el daño cutáneo inducido por la radiación, caracterizado por dermatitis clínica, pérdida de la función de barrera, inflamación y fibrosis. La mitigación del daño también redujo la apoptosis, ayudó a preservar la capacidad antioxidante de la piel y redujo la oxidación irreversible del ADN y de las proteínas, asociada con el estrés oxidativo. El estudio fue publicado el 23 de septiembre de 2016, en la revista Journal of Investigative Dermatology.
 
“Durante el curso de la radioterapia, los pacientes pueden desarrollar quemaduras en la piel, que son irritantes y dolorosas, las cuales pueden conducir a infecciones peligrosas y a la disminución de la calidad de vida. A veces las quemaduras son tan graves que los pacientes deben detener su régimen de tratamiento”, dijo el autor correspondiente, Louis Falo, MD. “Nuestros resultados muestran que el tratamiento tópico con este agente terapéutico previene el daño de la piel directamente en la fuente”.
 
El daño cutáneo, inducido por la radiación, abarca desde el fotoenvejecimiento y la carcinogénesis, debidos a la exposición a los rayos ultravioleta (UV), hasta la dermatitis por radiación, limitante del tratamiento, asociada con la radioterapia (RT) y al síndrome de radiación cutánea, una consecuencia, frecuentemente fatal, de las exposiciones a los accidentes nucleares. La radiación de la piel conduce a un patrón complejo de lesión directa del tejido, que involucra daño a las células de la epidermis y, a las células endoteliales dentro de las paredes de los vasos sanguíneos, así como al reclutamiento de células inflamatorias.

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University of Pittsburgh
 


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