Medios de contraste para TC no aumentan riesgo de lesiones renales
Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 16 Feb 2017
Actualizado el 16 Feb 2017
La administración de medios de contraste intravenosos (IV) para la tomografía computarizada (TC) no se asocia con una mayor frecuencia de lesión renal aguda (LRA), según un nuevo estudio.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (JHU, Baltimore, MD, EUA) realizaron un análisis retrospectivo de cohorte que incluyó 17,934 consultas al departamento de urgencias (ED) para pacientes a quienes les practicaron tomografías computarizadas realzadas con contraste, sin contraste o no les practicaron una tomografía computarizada, entre 2009 y 2014. El resultado primario fue la incidencia de IRA, con los resultados secundarios incluyendo la aparición de enfermedad renal crónica (ERC), diálisis y trasplante renal a los seis meses.
Además, se examinaron las decisiones de tratamiento, incluyendo la administración de medios de contraste – especialmente el iohexol o el yodixanol - y los líquidos IV. Los resultados mostraron que el 57,2% de todas las tomografías computarizadas fueron realizadas con contraste. La administración de contraste no se asoció con una mayor incidencia de IRA, en todos los análisis de los subgrupos, independientemente de la función renal inicial. La probabilidad de desarrollar una lesión renal aguda fue del 6,8% en los pacientes a quienes les practicaron una TC con contraste, del 8,9% en los pacientes a quienes les practicaron una TC sin contraste y del 8,1% en los pacientes a quienes no les practicaron una TC.
Además, la administración de contraste por vía IV no se asoció con una mayor incidencia de ninguno de los resultados secundarios. Los médicos eran menos propensos a formular contraste a los pacientes con función renal disminuida y más propensos a formular los líquidos IV si el contraste había sido administrado. El estudio fue publicado el 27 de enero de 2017, en la revista Annals of Emergency Medicine.
“Nuestros resultados demuestran claramente que en los departamentos de emergencia como el nuestro, donde los patrones de práctica han evolucionado para proteger los riñones de los pacientes, los medios de contraste no están asociados con un mayor riesgo de lesión renal”, dijo el autor principal, Jeremiah Hinson, MD. “Nuestros datos también sugieren que en los casos en que la TC realzada con contraste está indicada para evitar el retraso o la falta de diagnóstico de la enfermedad crítica, la morbilidad potencial y la mortalidad resultante de un fracaso en el diagnóstico de condiciones potencialmente mortales, probablemente superan cualquier riesgo potencial de lesión renal. “
La IRA es una pérdida abrupta de la función renal que se desarrolla en el plazo de siete días, causada generalmente por la disminución de la isquemia renal, la exposición a sustancias nocivas para el riñón, un proceso inflamatorio en el riñón o una obstrucción del tracto urinario. La IRA puede provocar varias complicaciones, como acidosis metabólica, altos niveles de potasio, uremia, cambios en el equilibrio de los líquidos corporales y efectos en otros sistemas orgánicos. Los pacientes que han experimentado IRA pueden tener un mayor riesgo de ERC en el futuro.