Dosis baja de radiación promueven las células tumorigénicas

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 07 Aug 2019
Un estudio nuevo revela que la radiación ionizante de baja dosis (LDIR; equivalente a tres tomografías computarizadas) les da a las células con cáncer una ventaja competitiva sobre las células normales.

Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y el Instituto Wellcome Sanger (Hinxton, Reino Unido), realizaron un estudio para examinar cómo el estrés oxidativo resultante de la LDIR afectó a las células p53 de tipo salvaje y mutantes, presentes en el esófago de ratón transgénico. A medida que los investigadores especularon que alterar la presión selectiva sobre las poblaciones de células mutantes puede hacer que se expandan o contraigan, también les dieron a los ratones N-Acetil Cisteína (NAC), un antioxidante, antes de la exposición al mismo nivel de radiación.

Imagen: Expansión de células mutantes p53 (rojo y verde) en tejido esofágico de ratón (Fotografía cortesía del Instituto Wellcome Sanger).

Los investigadores descubrieron que la LDIR impulsa a las células de tipo salvaje a dejar de proliferar y diferenciarse, y que las células mutantes p53 son insensibles a la LDIR y superan a las células de tipo salvaje después de la exposición. Sin embargo, descubrieron que la combinación del tratamiento antioxidante NAC y LDIR revierte este efecto, promoviendo la proliferación celular de tipo salvaje y la diferenciación mutante de p53. Los investigadores sugieren que se podría usar la combinación de redox con NAC y radiación, para agotar las células mutantes p53 del esófago normal alterando el paisaje mutacional de un tejido que envejece. El estudio fue publicado el 18 de julio de 2019 en la revista Cell Stem Cell.

“Nuestros cuerpos son el conjunto de ‘juego de clones’, una batalla continua por el espacio entre las células normales y mutantes”, dijo el autor principal, David Fernández-Antoran, PhD, del Instituto Wellcome Sanger. “Demostramos que incluso dosis bajas de radiación, similares al valor de tres tomografías computarizadas, pueden sopesar las probabilidades a favor de las células mutantes capaces de cáncer. Hemos descubierto un riesgo potencial adicional de cáncer como resultado de la radiación que debe ser reconocido”.

“Darles a los ratones un antioxidante antes de exponerlos a bajas dosis de radiación les dio a las células sanas el impulso adicional necesario para luchar contra las células mutantes en el esófago y hacerlas desaparecer”, agregó el coautor del estudio, Kasumi Murai, PhD, del Instituto Wellcome Sanger. “Sin embargo, no sabemos el efecto que esta terapia tendría en otros tejidos. Podría ayudar a las células con capacidad de cáncer en otras partes a fortalecerse. Lo que sí sabemos es que el uso a largo plazo de antioxidantes solos no es efectivo para prevenir el cáncer en las personas”.

p53 es un supresor tumoral fuerte porque se encuentra en medio de un centro de señalización, en que muchas señales diferentes, como activación de los oncogenes, daño en el ADN, deterioro mitótico o estrés oxidativo son ajustadas por p53 para iniciar la respuesta transcripcional correcta y eliminar las células propensas a formar cáncer del grupo replicativo. En aproximadamente el 50% de los cánceres humanos, p53 está mutado y en muchos de los casos restantes, la función de la proteína p53 de tipo salvaje retenida, está comprometida.

Enlace relacionado:
Universidad de Cambridge
Instituto Wellcome Sanger



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