Técnica avanzada de imágenes de rayos X podría detectar enfermedad pulmonar en etapa temprana

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 22 Feb 2023

La radiografía de tórax utilizada por clínicas y hospitales juega un papel importante en la detección de enfermedades respiratorias como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pero está limitada fundamentalmente por la forma en que genera las imágenes. Ahora, un nuevo estudio de investigación muestra que un proceso de imágenes utilizado principalmente en laboratorios de investigación podría detectar la enfermedad pulmonar en etapa temprana si se desarrolla para su uso en hospitales y clínicas.

Investigadores del Instituto Real de Tecnología KTH (Estocolmo, Suecia) han utilizado un modelo que simula el tórax humano para probar cómo se pueden utilizar las imágenes de rayos X de contraste de fase en los pulmones humanos. El equipo descubrió que la radiografía de tórax con contraste de fase es capaz de visualizar las vías respiratorias más pequeñas, que miden menos de 2 mm, y las obstrucciones relacionadas con la enfermedad. Según los investigadores, estos detalles no aparecen en la radiografía convencional. Actualmente, los laboratorios de investigación emplean imágenes de contraste de fase utilizando equipos solo para obtener imágenes de muestras de tejido blando a escala centimétrica. Sin embargo, el último estudio demuestra que al diseñar las demandas técnicas para el uso clínico, podría ser posible hacer más con las imágenes de rayos X con contraste de fase. Usando la técnica de contraste de fase empleada en el estudio, los médicos pudieron ver cambios patológicos sutiles que de otro modo no se pueden ver con imágenes de rayos X convencionales.


Imagen: La imagen compara los resultados simulados de la imagen de torax humano con radiografía ordinaria (izquierda) y con radiografía con contraste de fase (Fotografía cortesía de KTH)

En la radiografía convencional, el haz de rayos X atraviesa el cuerpo, donde es absorbido a lo largo del camino en diferentes tejidos en varias cantidades. Un detector en el otro lado mide la intensidad del haz, o lo que queda de él, después de que se haya filtrado a través del cuerpo. Este proceso, conocido como atenuación, es el mecanismo básico para proporcionar el contraste que hace útiles las imágenes de rayos X. La técnica de contraste de fase es un método para extraer más información de cada haz de rayos X porque es posible medir las diferencias en las formas de onda de los rayos X que pasan a través de una muestra. Los haces de rayos X encuentran átomos y otras estructuras que pueden cambiar la posición de la onda en cualquier momento (la fase) en relación con una onda de referencia. Esta información de fase se utiliza para generar una imagen que realza las estructuras de la muestra, que en el tórax humano resalta los límites de las paredes bronquiales y las vías respiratorias pequeñas con mayor contraste y mejor resolución. Una clave del método es alejar el detector del paciente. Sin embargo, según los investigadores, el desarrollo de equipos para obtener imágenes de muestras más grandes llevará tiempo.

“La radiografía de tórax que usan las clínicas y los hospitales hoy en día juega un papel importante en la detección de enfermedades respiratorias, pero está fundamentalmente limitada por la forma en que genera imágenes”, dijo Ilian Häggmark, investigador del Departamento de Física Aplicada del Intituto Real de Tecnología KTH y autor principal del estudio. “Las imágenes de rayos X con contraste de fase pueden extraer más información a una resolución más alta utilizando la misma cantidad de dosis de radiación que en la radiografía convencional”.

Enlaces relacionados:
Instituto Real de Tecnología KTH


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