Encuentran marcador cerebral temprano para forma familiar de depresión
Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 29 May 2009
Los hallazgos de uno de los estudios más grandes de imaginología de depresión indican que una diferencia estructural en el cerebro, un adelgazamiento del hemisferio derecho, parece estar asociado con un riesgo más alto de depresión, de acuerdo con nueva investigación.Actualizado el 29 May 2009
La investigación fue liderada por Myrna Weissman, Ph.D., profesora de epidemiología en psiquiatría del Colegio Universitario de Médicos y Cirujanos Columbia (Nueva York, NY, EUAu), directora de la división de epidemiología del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York (Nueva York, NY, EUA), y autora coprincipal del estudio, y Bradley Peterson, M.D., director de psiquiatría del niño y el adolescente y director de Investigación de RM en el departamento de psiquiatría del Centro Médico de la Universidad Columbia y el Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, y primer autor del estudio.
Publicado en Marzo de 2009 en una edición temprana en línea de la revista Proceedings of the [U.S.] National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores descubrieron que los individuos en riesgo alto de desarrollar depresión tenían un adelgazamiento del 28% de la corteza derecha, la superficie más externa del cerebro, en comparación con las personas sin riesgo conocido. La reducción dramática sorprendió a los investigadores, la cual reportaron está a la par con la pérdida de la materia cerebral observada típicamente en las personas con enfermedad de Alzheimer y esquizofrenia. "La diferencia fue tan grande que al principio no lo creíamos. Pero chequeamos y re-chequeamos todos nuestros datos, y buscamos todas las explicaciones alternativas posibles, y todavía la diferencia estaba allí", dijo el Dr. Peterson.
El Dr. Peterson observó que la corteza más delgada puede aumentar el riesgo de desarrollar depresión interrumpiendo la capacidad de un individuo de poner atención, e interpretar señales sociales e emocionales de otra persona. Las pruebas adicionales midieron el nivel de desatención de cada persona y de memoria para tales señales. Entre menos material cerebral tenía una persona en la corteza derecha, peor se desempeñaba en las pruebas de atención y de memoria.
El estudio comparó el espesor de la corteza visualizando los cerebros de 131 participantes del estudio, de 6 a 54 años de edad, con o sin una historia familiar de depresión. Se observaron diferencias estructurales en la descendencia biológica de los individuos depresivos pero no se encontraron en la descendencia biológica de aquellos que no estaban deprimidos.
Una de las metas del estudio fue determinar si las anormalidades estructurales en el cerebro predisponen o no a las personas a la depresión o si son o no una causa de la enfermedad. Dijo el Dr. Peterson, "Debido a que los estudios biológicos anteriores solo se concentraban en un número relativamente pequeño de individuos que ya sufrían de depresión, sus hallazgos no podían dilucidar si esas diferencias representaban o no las causas de la enfermedad depresiva, o una consecuencia".
Los investigadores encontraron que el adelgazamiento en el lado derecho del cerebro no se correlacionaba con la depresión actual, solo con un riesgo aumentado para la enfermedad. Fueron los individuos que exhibían una reducción adicional en la materia cerebral en el lado izquierdo, los que continuaron desarrollando depresión o ansiedad. "Nuestros hallazgos sugieren fuertemente que si usted tiene un adelgazamiento en el hemisferio derecho del cerebro, puede estar predispuesto a la depresión y también tener algún problema cognoscitivo o de falta de atención. A mayor adelgazamiento que usted tenga, mayores problemas cognoscitivos. Si usted tiene adelgazamiento adicional en la misma región del hemisferio izquierdo, parece que eso lo lleva a tener una vulnerabilidad para desarrollar síntomas de una enfermedad clara", dijo el Dr. Peterson.
Los participantes fueron tomados de los Niños en Riesgo Alto y Bajo de Depresión, un estudio anterior que fue empezado hace 27 años por la Dra. Weissman. Mientras estaba en la Universidad de Yale (Nueva Haven, CT, EUA), la Dra. Weissman empezó el ensayo para estudiar el riesgo familiar para la depresión. Identificó a las personas con depresión moderada a severa, y también a individuos sin enfermedad mental, y siguió esas familias durante más de 25 años. La Dra. Weissman descubrió que la depresión se transmitió a través de las generaciones en las familias de alto riesgo y en el seguimiento de los 20 años invitó al Dr. Peterson a colaborar en la imaginología de los participantes. El estudio ahora incluye abuelos, hijos, y nietos.
Comentando sobre el potencial de las implicaciones clínicas de los hallazgos, el Dr. Peterson dijo, "Si el mecanismo, o vía para la enfermedad, realmente va desde el adelgazamiento de la corteza hasta esos problemas cognoscitivos que afectan la atención de un individuo y su capacidad de interpretar señales sociales y emocionales, se sugiere que allí habría tratamientos potenciales o usos novedosos de tratamientos ya existentes para la intervención. Por ejemplo, las terapias de comportamiento que ayudan a mejorar la atención y la memoria y/o medicamentos estimulantes usados actualmente para la enfermedad de hiperactividad con déficit de atención [ADHD], pueden surgir como tratamientos posibles para las personas que tienen depresión familiar y este patrón de adelgazamiento cortical, en una forma altamente personalizada de toma de decisiones médicas y tratamientos, porque puede ser que tratar su inatención pueda mejorar su procesamiento de información social. Esta conjetura es enteramente especulativa en este punto, pero es una hipótesis lógica para probar basados en los hallazgos de este estudio".
Utilizando resonancia magnética funcional (fMRI) en 152 participantes del estudio, de 12 a 20 años de edad, con y sin una historia familiar de depresión, el Dr. Peterson y la Dra. Weissman ahora planean aprender más acerca del patrón de adelgazamiento observando los circuitos de activación funcional durante las tareas de atención para mirar cómo difieren esos grupos.
Se espera que re-escanear los individuos, en el futuro, les permita a los investigadores determinar si la reducción en la materia cerebral se relaciona con las neuronas en vez de otras células de soporte en el cerebro, conocida como glía. Además, el comportamiento específico y las pruebas cognoscitivas pueden ayudar a identificar más definitivamente las vías causales que llevan, del adelgazamiento de la corteza, a la depresión.
Los Drs. Peterson, Weissman, y sus colegas también planean examinar el ADN de esos individuos para determinar si hay un gen particular que contribuya para tener un riesgo elevado de depresión. Los investigadores pueden luego investigar si los individuos con este riego de depresión tienen o no más adelgazamiento en la corteza.
Una enfermedad altamente familiar, la depresión, es una causa importante de discapacidad en el mundo para personas de 15 a 44 años de edad, y está asociada con un aumento en la mortalidad resultante de enfermedad cardiovascular, un cuidado personal deficiente y suicidio. El inicio temprano de la depresión, que ocurre antes de la adolescencia, tiende a ser familiar y está usualmente caracterizada por ser más crónica y tener mayor severidad. Hasta ahora, no hay estudios de la estructura del cerebro en la depresión que se hayan enfocado en el espesor cortical.
Enlaces relacionados:
Columbia University College of Physicians and Surgeons
New York State Psychiatric Institute