Resonancias magnéticas avanzadas pueden identificar 'enfermedades ocultas' en pacientes con conmoción cerebral
Actualizado el 22 Aug 2024
La conmoción cerebral, el tipo de lesión cerebral más frecuente en todo el mundo, hace que millones de personas acudan cada año a los servicios de urgencias. En estos servicios se evalúan los síntomas de las lesiones en la cabeza para determinar si el paciente necesita una tomografía computarizada, que detecta daños cerebrales como hematomas, sangrado e hinchazón. A pesar de ello, las tomografías computarizadas muestran anomalías en menos del 10 % de los casos de conmoción cerebral. Sin embargo, entre el 30 y el 40 % de los pacientes que reciben el alta tras dichas exploraciones sufren síntomas duraderos (como fatiga intensa, problemas de memoria, dolores de cabeza y problemas de salud mental como ansiedad, depresión y estrés postraumático) que pueden alterarles la vida. Ahora, un nuevo estudio muestra que la resonancia magnética con tensor de difusión (DTI ), una exploración cerebral específica, podría identificar qué pacientes tienen más probabilidades de sufrir síntomas que podrían cambiarles la vida.
En el estudio publicado en eClinicalMedicine, investigadores de la Universidad de Cambridge (Cambridge, Reino Unido) demostraron que la DTI puede refinar significativamente las predicciones sobre los resultados de las conmociones cerebrales. La DTI rastrea el movimiento de las moléculas de agua dentro del tejido cerebral, ofreciendo imágenes precisas de los tractos de materia blanca que unen varias regiones cerebrales. Este método mejora las capacidades estándar de la resonancia magnética para producir una "puntuación" de DTI que refleja el alcance de las anomalías de la región cerebral. El estudio analizó datos de más de 1.000 pacientes que formaron parte del estudio Collaborative European NeuroTrauma Effectiveness Research in Traumatic Brain Injury (CENTER-TBI) desde diciembre de 2014 hasta diciembre de 2017. De ellos, el 38 % no se había recuperado por completo tres meses después del alta y seguía presentando síntomas.
Se realizaron exploraciones DTI a 153 pacientes, lo que mejoró significativamente la precisión del pronóstico. Mientras que los modelos clínicos tradicionales predecían peores resultados en 69 de cada 100 casos, la DTI mejoró esta predictibilidad a 82 de cada 100. Además, el estudio exploró el potencial de los biomarcadores sanguíneos (proteínas liberadas en el torrente sanguíneo después de las lesiones en la cabeza) para mejorar aún más la precisión del pronóstico. Si bien los biomarcadores por sí solos fueron insuficientes, proteínas específicas como la proteína ácida fibrilar glial (GFAP) dentro de las primeras 12 horas y la proteína ligera de neurofilamento (NFL) entre 12 y 24 horas después de la lesión resultaron útiles para decidir quién podría beneficiarse más de una exploración DTI. En el futuro, el equipo de investigación tiene la intención de profundizar en los biomarcadores sanguíneos para identificar predictores más simples y factibles y explorar formas de integrar la DTI en la práctica clínica habitual.
“Los métodos actuales para evaluar el pronóstico de una persona después de una lesión en la cabeza no son lo suficientemente buenos, pero el uso de la DTI (que, en teoría, debería ser posible en cualquier centro con un escáner de resonancia magnética) puede ayudarnos a realizar evaluaciones mucho más precisas. Dado que los síntomas de una conmoción cerebral pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona, esto es urgentemente necesario”, dijo la Dra. Virginia Newcombe del Departamento de Medicina de la Universidad de Cambridge.
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Universidad de Cambridge