Resonancias magnéticas identifican enfermedades cardiovasculares con diez años de antelación
Actualizado el 28 May 2025
Las enfermedades cardiovasculares abarcan diversas afecciones que estrechan u obstruyen los vasos sanguíneos, como infartos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca. Si bien algunas personas tienen predisposición genética, factores de estilo de vida como el tabaquismo, la obesidad, la mala alimentación y la falta de actividad física pueden aumentar significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Los ventrículos del corazón, ubicados en las cavidades inferiores, desempeñan un papel crucial en la circulación sanguínea. El ventrículo derecho bombea sangre a los pulmones, mientras que el ventrículo izquierdo la distribuye al resto del cuerpo. La remodelación del ventrículo izquierdo es un marcador bien reconocido para las personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que ocurre en las primeras etapas de la enfermedad y a menudo indica afecciones como la hipertensión. Sin embargo, hasta ahora se conocía poco sobre los factores de riesgo en personas clasificadas como de riesgo bajo o moderado. Una nueva investigación ha demostrado que una masa ventricular izquierda aumentada, aunque aún dentro de los límites normales, podría ser un fuerte indicador de un riesgo elevado de futuros eventos cardiovasculares, incluso cuando el corazón parece funcionar con normalidad en el momento de la evaluación.

El estudio TASCFORCE, realizado por investigadores de la Universidad de Dundee (Escocia, Reino Unido), analizó datos de participantes recopilados entre enero de 2008 y febrero de 2013. Un total de 5.015 voluntarios mayores de 40 años, sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, proporcionaron sus datos con el entendimiento de que serían revisados diez años después. Como parte del estudio, 1.528 voluntarios se sometieron a una resonancia magnética, lo que permitió descubrir que la masa del ventrículo izquierdo podría servir como un indicador claro del riesgo cardiovascular futuro, detectable mediante una simple resonancia magnética. Este procedimiento, fácil de realizar y ampliamente disponible, demostró identificar a personas con riesgo de enfermedad cardiovascular hasta diez años antes de que se produzca un evento, incluso en aquellas sin otros factores de riesgo identificables.
Los hallazgos del estudio, publicados en la revista Radiology, también revelaron factores de riesgo diferenciados entre hombres y mujeres. En los hombres, un ventrículo izquierdo más grande, vinculado a infartos y accidentes cerebrovasculares, se asoció con niveles de presión arterial diastólica en el extremo superior del rango normal. En las mujeres, los investigadores encontraron una correlación entre el aumento de la masa del ventrículo izquierdo y niveles elevados de colesterol, también dentro de los límites superiores normales. En ambos casos, estos factores de riesgo eran tales que no se recomendaría ningún tratamiento preventivo. Sin embargo, identificar y administrar tratamiento preventivo en una etapa en la que el corazón aún funciona bien podría prevenir muchas muertes causadas por enfermedades cardiovasculares.
“Este es un avance muy emocionante y significativo”, afirmó la profesora Jill Belch, de la División de Investigación Cardiovascular de la Facultad de Medicina, quien dirigió el estudio. “Los hallazgos de nuestro estudio TASCFORCE dejan claro que debemos animar a los hombres a controlar y reducir su presión arterial diastólica, mientras que en el caso de las mujeres, deberíamos considerar aumentar el uso de estatinas en una etapa más temprana para controlar los niveles de colesterol”.