Detección del cáncer hepático con ultrasonido puede mejorar supervivencia en pacientes con cirrosis
Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 09 Jun 2014
Las tasas de supervivencia del cáncer de hígado se pueden mejorar si más personas con cirrosis son escaneadas para tumores usando ultrasonido económico y pruebas sanguíneas, según una revisión reciente.Actualizado el 09 Jun 2014
El meta-análisis de 47 estudios incluyendo más de 15.000 pacientes descubrió que la tasa de supervivencia a los tres años fue mucho más alta entre los pacientes que participaron en programas de detección para el cáncer de hígado—51% para los pacientes que participaron en comparación con 28% en los pacientes que no participaron. La revisión también encontró que los pacientes con cirrosis en que se buscaba el cáncer hepático tuvieron más probabilidad de recibir tratamiento curativo en vez de cuidado paliativo.
“Las terapias curativas, como la cirugía o un trasplante de hígado, están solo disponibles si se encuentra que los pacientes tienen cáncer de hígado en un estadío temprano. Desafortunadamente, justo ahora, solo una minoría de los cánceres de pacientes son encontrados en un estadío temprano”, dijo el Dr. Amit Singal, un profesor asistente de medicina interna y ciencias clínicas del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas (UT) (Dallas, EUA; www.utsouthwestern.edu), y director médico de la Clínica del Tumor Hepático en el Centro de Cáncer Harold C. Simmons.
Los resultados del Dr. Singal, publicados el 1 de abril de 2014, en la revista Public Library of Science Medical Journal, son especialmente significativos para Texas porque el estado tiene tasas altas de enfermedad hepática grasa y hepatitis C, las cuales están correlacionas con la cirrosis. Texas también tiene la segunda incidencia más alta de carcinoma hepatocelular (CHC), el tipo más típico de cáncer hepático en los Estados Unidos. Se pueden encontrar muchos casos de CHC temprano con los programas de detección. “Tenemos una prueba simple, un ultrasonido abdominal que es indoloro y fácil, pero encontramos que menos del 20% de las personas en riesgo se han hecho la prueba, debido a que durante mucho tiempo los cuidadores no la ordenaban”, dijo el Dr. Singal.
El Dr. Singal reportó que espera que su estudio anime a los pacientes y a los médicos a solicitar el ultrasonido para detectar el cáncer. Agregó que el cribado del cáncer de hígado no está todavía recomendada por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos, parcialmente debido a un estudio aleatorizado que no se ha hecho aún, lo que apunta a un enigma en el campo. Cuando un estudio aleatorizado fue intentado en 2005, muchos pacientes eligieron dejar el estudio cuando oyeron evidencia de que los programas de detección para el cáncer hepático no podían ser tan beneficiosos. Ninguno de los pacientes deseaba ser elegido aleatoriamente para que no les hicieran las pruebas.
El Dr. Singal espera que sus hallazgos convenzan a más pacientes con cirrosis y sus médicos de que los programas de detección son valiosos. “El hecho de que no tengamos un ensayo aleatorizado no significa que no haya un beneficio. Estamos atrapados en la mitad del campo donde hemos ido hasta la mitad. Las personas están empezando a creer que los programas de detección del cáncer hepático son útiles, pero no hay evidencia suficiente para probar un beneficio definitivo”, dijo el Dr. Singal. “Parte de nuestra meta es proporcionar evidencia para los pacientes y los médicos de que los programas de detección del cáncer hepático son beneficiosos”.
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University of Texas Southwestern Medical Center