Diseñan programa para suministrar sistemas avanzados de radiología digital

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 23 Oct 2014
Para diagnosticar los cálculos renales, tan terriblemente dolorosos, en las salas de urgencia, se ha encontrado que las tomografías computarizadas no son mejores que los exámenes de ultrasonido, usados con menos frecuencia, de acuerdo con un estudio clínico realizado en 15 centros médicos de los EUA

Los hallazgos del estudio fueron publicados el 18 de septiembre de 2014, en la revista New England Journal of Medicine (NEJM). La TC, muy diferente a la ecografía, expone a los pacientes a cantidades significativas de radiación. A pesar de que las TCs son las preferidas por los médicos de las salas de emergencia para el diagnóstico de cálculos renales, el ultrasonido se debe utilizar en primer lugar, de acuerdo con la autora principal del estudio, Rebecca Smith-Bindman, MD, profesora en los departamentos de radiología; epidemiología y bioestadística; y obstetricia, ginecología y medicina reproductiva de la Universidad de California, San Francisco (UCSF; EUA).

Imagen: Un ultrasonido de la vejiga mostrando un uréter bloqueado por un cálculo renal (Fotografía cortesía de la Universidad de California, San Francisco).

“El ultrasonido es el método adecuado para empezar”, dijo la Dra. Smith-Bindman. “La exposición a la radiación se evita sin aumentar cualquier categoría de eventos adversos y sin aumentar el costo”. A los pacientes en el estudio que fueron examinados inicialmente con ultrasonido, les practicaron, algunas veces, una TC de seguimiento, de acuerdo con la discreción del médico.

“Nuestros resultados no sugieren que a los pacientes les deben practicar únicamente la ecografía, sino más bien que la ecografía debe ser utilizada como la prueba inicial de diagnóstico por imagenología, con más estudios de imagen realizados a discreción del médico sobre la base de criterios clínicos”, escribieron los autores del estudio.

Las tasas de cálculos renales están subiendo, y en un 2010, según la Encuesta de Examen de Nutrición y Salud Nacional de los EE.UU:, una de cada 11 personas reportó haber tenido al menos un cálculo renal. El uso de la TC para el diagnóstico de cálculos renales ha aumentado 10 veces en los últimos 15 años. Los exámenes por TAC normalmente los realizan radiólogos, mientras que los exámenes de ultrasonido pueden ser realizados por médicos de la sala de emergencia, así como por radiólogos.

Los pacientes de la sala de emergencia cuyo dolor se sospechaba se debía a cálculos renales fueron asignados al azar en el estudio NEJM a uno de tres grupos de imágenes. En un grupo, a los pacientes les practicaron un examen de ultrasonido realizado por un médico de la sala de emergencia en el sitio. A un segundo grupo le practicaron una ecografía similar realizada por un radiólogo, un especialista en el procedimiento. Al tercer grupo le practicaron una TC abdominal, también realizada por un radiólogo.

Con seis meses de seguimiento de los pacientes, el estudio encontró que los resultados de salud para 2.759 pacientes eran iguales de buenos con el ultrasonido, como con la TC y que a los pacientes no les fue peor cuando los médicos de emergencia en lugar de los radiólogos realizaron el examen de ultrasonido. Los acontecimientos adversos graves como dolor, regreso a la sala de urgencias u hospitalizaciones, no difirieron sustancialmente entre los grupos.

“Permanentemente se están desarrollando nuevas tecnologías y es difícil saber cuándo la tecnología nueva, sofisticada y costosa es mejor; en este caso, la tecnología más simple, más barata, sin radiación es igual de buena”, dijo la Dra. Smith-Bindman.

Los sitios de estudio fueron los departamentos de emergencia de los centros médicos académicos en los Estados Unidos, e incluyeron cuatro hospitales de “red de seguridad” que sirven a comunidades de bajos ingresos.

Enlace relacionado:
University of California, San Francisco



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