Ultrasonido combinado con nanoburbujas permite eliminar tumores sin cirugía

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 29 Nov 2022

El método predominante de tratamiento del cáncer es la extirpación quirúrgica del tumor, en combinación con tratamientos complementarios como la quimioterapia y la inmunoterapia. La ecografía terapéutica para destruir el tumor canceroso es una alternativa no invasiva a la cirugía. Este método tiene ventajas y desventajas. Por un lado, permite un tratamiento localizado y focalizado; el uso de ultrasonido de alta intensidad puede producir efectos térmicos o mecánicos al enviar una poderosa energía acústica a un punto focal con alta precisión espacio-temporal. Este método se ha utilizado para tratar eficazmente tumores sólidos que estan muy profundos en el cuerpo. Además, permite tratar a pacientes no aptos para la cirugía de resección tumoral. Sin embargo, la desventaja es que el calor y la alta intensidad de las ondas de ultrasonido pueden dañar los tejidos cercanos al tumor.

Ahora, una nueva tecnología desarrollada en la Universidad de Tel Aviv (Tel Aviv, Israel) permite destruir tumores cancerosos de manera específica, mediante una combinación de ultrasonido y la inyección de nanoburbujas en el torrente sanguíneo. Según el equipo de investigación, a diferencia de los métodos de tratamiento invasivos o la inyección de microburbujas en el propio tumor, esta última tecnología permite la destrucción del tumor de forma no invasiva.


Imagen: Una combinación de ultrasonido y nanoburbujas permite que los tumores cancerosos sean destruidos sin cirugía (Fotografía cortesía de la Universidad de Tel Aviv)

En su estudio realizado en un modelo animal, los investigadores consiguieron destruir el tumor inyectando nanoburbujas en el torrente sanguíneo (al contrario de lo que se ha hecho hasta ahora, que es la inyección local de microburbujas en el propio tumor), en combinación con ondas de ultrasonido de baja frecuencia, con efectos fuera del objetivo mínimos. Las nanoburbujas y las ondas de ultrasonido hacen que las burbujas concentradas en el tumor canceroso exploten. El tratamiento se realizó con niveles seguros de baja presión y se centró solo en el área del tumor, lo que reduce la toxicidad fuera del objetivo y evita el daño a los tejidos sanos. El uso de ultrasonido de baja frecuencia también aumenta la profundidad de penetración, minimiza la distorsión y la atenuación y amplía el punto focal.

“Nuestra nueva tecnología hace posible, de una forma relativamente sencilla, inyectar nanoburbujas en el torrente sanguíneo, que luego se congregan en la zona del tumor canceroso. Después de eso, usando un ultrasonido de baja frecuencia, explotamos las nanoburbujas y, por lo tanto, el tumor”, dijo la Dra. Tali Ilovitsh del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Tel Aviv, quien dirigió la investigación. “La combinación de nanoburbujas y ondas de ultrasonido de baja frecuencia proporciona una focalización más específica del área del tumor y reduce la toxicidad fuera del objetivo. La aplicación de baja frecuencia a las nanoburbujas provoca su extremo hinchamiento y explosión, incluso a bajas presiones. Esto permite realizar la destrucción mecánica de los tumores a umbrales de baja presión. Nuestro método tiene las ventajas del ultrasonido, ya que es seguro, rentable y clínicamente disponible y, además, el uso de nanoburbujas facilita la ubicación de tumores porque se pueden observar con la ayuda de imágenes de ultrasonido”.

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Universidad de Tel Aviv


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