Dispositivo de ultrasonido mejora de forma no invasiva la circulación sanguínea en las extremidades inferiores
Actualizado el 16 Nov 2024
La circulación sanguínea deficiente en las extremidades inferiores es un problema de salud común entre los ancianos y es una complicación significativa de la diabetes, a menudo denominada pie diabético. Esta afección surge debido a la alteración de la circulación tisular y la neuropatía progresiva, lo que hace que los tejidos del pie se vuelvan insensibles e incapaces de responder adecuadamente al traumatismo. Como resultado, los pacientes pueden experimentar ulceración progresiva, infección de la herida, necrosis tisular y, en última instancia, amputación. Con opciones limitadas para el tratamiento farmacológico, las terapias alternativas y, en particular, no invasivas, como la energía ultrasónica, están ganando importancia. Los investigadores han creado ahora un dispositivo de estimulación ultrasónica del pie que puede mejorar de forma no invasiva la circulación sanguínea en las extremidades inferiores.
Este innovador dispositivo fue desarrollado mediante la colaboración entre científicos de la Universidad Tecnológica de Kaunas (KTU, Kaunas, Lituania) y la Universidad Lituana de Ciencias de la Salud (LSMU, Kaunas, Lituania). Recientemente, el ultrasonido ha encontrado una amplia aplicación en varios campos médicos como método terapéutico. Puede afectar a diversos tejidos y estructuras corporales, incluidos los huesos, la piel, los músculos y los fluidos biológicos como la sangre. La aplicación del ultrasonido puede aliviar el dolor, reducir los espasmos y la inflamación y estimular el flujo sanguíneo. Además, puede activar el flujo sanguíneo central en los principales vasos sanguíneos del cuerpo, más cerca del corazón y los pulmones, a través de la vía neurogénica retrógrada, ampliando su potencial terapéutico.
El dispositivo desarrollado emplea elementos piezoeléctricos específicos para producir un amplio espectro de ondas acústicas de ultrasonidos en respuesta a una señal eléctrica. Al seleccionar los parámetros adecuados, el ultrasonido se transmite a los tejidos del pie, estimulando el flujo sanguíneo a lo largo de la pierna. Las vibraciones causadas por la corriente eléctrica que pasa a través de los elementos generan ondas acústicas que penetran la piel y alcanzan los tejidos más profundos, creando vibraciones que mejoran el tono de las paredes de los vasos sanguíneos. Este proceso mejora el flujo sanguíneo en los tejidos superficiales y modula la actividad de los componentes formadores de sangre, incluidos los eritrocitos, leucocitos y trombocitos. En consecuencia, regula la trombogénesis, la respuesta inmune y los procesos inflamatorios, todos vitales para mantener la función vascular y tisular normal. Además, las ondas de ultrasonidos pueden influir en las estructuras nerviosas, ya que todos los vasos sanguíneos están inervados, activando así el tono vascular en una amplia área de tejido.
Es importante señalar que los efectos terapéuticos de los ultrasonidos dependen de parámetros físicos como la frecuencia de onda, la potencia y la intensidad. El dispositivo recientemente desarrollado utiliza ultrasonidos de baja frecuencia, que funcionan de manera no térmica y sin contacto para minimizar los posibles efectos adversos. Los investigadores creen que, al crear un prototipo comercial, este dispositivo podría transformar significativamente la práctica médica en hospitales de rehabilitación, clínicas de medicina preventiva y centros de enfermería. Su portabilidad, seguridad y capacidad para abordar una amplia gama de trastornos circulatorios de las extremidades inferiores lo posicionan como una herramienta prometedora para el futuro. El dispositivo también se puede personalizar para uso individual mediante modificaciones de software adecuadas, lo que lo hace beneficioso para pacientes con diabetes y otros trastornos circulatorios periféricos, así como para adultos mayores que experimentan disfunción vascular crónica. Además, con los parámetros adecuados, los ultrasonidos pueden facilitar la administración dirigida de medicamentos quimioterapéuticos, reduciendo los efectos tóxicos generales en el cuerpo.