Nuevos materiales imprimibles en 3D para cirugía reconstructiva se pueden monitorear mediante rayos X o TC
Actualizado el 26 Mar 2024
Durante la última década, los materiales a base de gelatina han captado una atención significativa en la investigación debido a su simplicidad de producción, naturaleza no tóxica, asequibilidad, biodegradabilidad y, fundamentalmente, su capacidad para facilitar el crecimiento celular. Estos atributos los hacen muy adecuados para su uso en cirugía plástica y reconstructiva. Cuando un cirujano implanta dicho material en una herida, el cuerpo lo descompone progresivamente y lo sustituye por su propio tejido. Este proceso no sólo acelera la cicatrización de heridas sino que también permite remodelar los tejidos, como en la reconstrucción mamaria después de una mastectomía. Además, estos materiales son valiosos para la impresión 3D de implantes personalizados para pacientes individuales. A pesar de estas ventajas, ha habido un desafío importante: rastrear la degradación de estos materiales en el cuerpo ha sido problemático con las técnicas de imagen tradicionales.
Investigadores del IOCB Praga (Praga, República Checa) y la Universidad de Gante (Gante, Bélgica) han estado perfeccionando las propiedades de los materiales a base de gelatina y han introducido materiales imprimibles en 3D que son fácilmente rastreables mediante máquinas de rayos X o tomografía computarizada (TC). Al incorporar un agente radioopaco (contraste de rayos X), han permitido observar el ritmo al que se contraen los implantes y si sufren algún daño. Se está escribiendo toda una serie de artículos académicos sobre este tema. El artículo inicial introdujo un material a base de gelatina visible mediante imágenes por resonancia magnética (IRM). La publicación más reciente describe materiales que son detectables con rayos X y TC.
Este avance permite monitorear de forma continua estos implantes, observar su biodegradación e identificar posibles fallos mecánicos. Estos datos son inmensamente valiosos en entornos clínicos. Aprovechando esta información, la biodegradación de los implantes se puede personalizar para alinearla con necesidades clínicas específicas. Esto es vital porque las tasas de crecimiento de los tejidos varían en todo el cuerpo humano, lo que requiere la adaptación de las propiedades del implante en consecuencia. El objetivo final es alinear la tasa de biodegradación de estos implantes con la tasa de crecimiento del tejido sano. A la luz de estas innovaciones, las dos instituciones colaboradoras han presentado una solicitud conjunta de patente para el uso de estos materiales en cirugía plástica y reconstructiva.
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IOCB Praga
Universidad de Gante