Nuevo enfoque de imágenes PET ofrece una visión nunca antes vista de la neuroinflamación
Actualizado el 08 Apr 2025
La COX-2, una enzima clave en la inflamación cerebral, puede aumentar significativamente su expresión mediante estímulos inflamatorios y neuroexcitación. Los investigadores sugieren que la densidad de COX-2 en el cerebro podría servir como biomarcador y como efecto de la inflamación, aunque no sea directamente responsable del proceso inflamatorio en sí. Aunque la COX-2 ha sido ampliamente estudiada en el contexto de la inflamación periférica, cuantificar su papel en la neuroinflamación in vivo ha resultado un gran desafío. Ahora, una nueva técnica de imagen PET permite la cuantificación eficaz de la COX-2, según una investigación publicada en The Journal of Nuclear Medicine.
El primer estudio en humanos realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, Bethesda, MD, EUA) ha proporcionado una visión sin precedentes de la inflamación cerebral mediante la obtención de imágenes de la enzima COX-2, lo que allana el camino para el uso de la PET COX-2 en entornos clínicos y de investigación para diversas enfermedades neurológicas. Esta investigación tuvo como objetivo establecer una técnica de imagen no invasiva para medir la COX-2 en el cerebro vivo, facilitando la detección temprana de enfermedades, el seguimiento de su progresión y la evaluación de tratamientos antiinflamatorios. El estudio evaluó específicamente la capacidad del 11C-MC1 para cuantificar los niveles de COX-2 en el cerebro humano sano.

Los investigadores evaluaron primero la afinidad de 11C-MC1 por la COX-2 humana mediante imágenes PET en ratas inyectadas con lipopolisacárido y en ratones transgénicos humanizados con COX-2, confirmando su unión específica a la COX-2 humana. Posteriormente, se obtuvieron imágenes PET con 11C-MC1 en 27 voluntarios humanos sanos para medir la densidad de COX-2 en el cerebro humano. Los resultados mostraron que 11C-MC1 cruzó con éxito la barrera hematoencefálica, se unió a su diana y demostró una alta especificidad por la COX-2 humana. El radiotrazador también mostró una relación moderada entre la captación específica y de fondo en las regiones corticales del cerebro.
“La neuroinflamación desempeña un papel crucial en muchas enfermedades neurológicas y psiquiátricas, como el Alzheimer, el Parkinson y el trastorno depresivo mayor”, afirmó el Dr. Robert B. Innis, investigador principal de la División de Imagenología Molecular del Instituto Nacional de Salud Mental de los NIH. “Esto podría ser un punto de inflexión para la medicina personalizada y el desarrollo terapéutico. Además, demuestra el potencial para desarrollar otros trazadores PET para investigar la neuroinflamación, ampliando así las aplicaciones de la medicina nuclear en neurología y psiquiatría”.