Volumen más alto reduce falsos-positivos en mamografía

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 19 Apr 2011
Los radiólogos que interpretan un volumen alto de mamogramas pueden no identificar más tumores pero son mejores en determinar cuáles lesiones sospechosas no son malignas, de acuerdo con una nueva investigación.

Los hallazgos del estudio fueron publicados en línea y en la edición impresa de Abril de 2011 de la revista Radiology. "Contrario a nuestras expectativas, no observamos asociaciones claras entre el volumen y la sensibilidad”, dijo la autora principal del estudio, Diana S.M. Buist, PhD, MPH, investigadora jefe en el Instituto de Investigación de Salud de Grupo (Seattle, WA, EUA). "Nosotros, sin embargo, encontramos que los radiólogos con volumen interpretativo más alto tuvieron significativamente menores índices de falso-positivos y re-llamaron menos mujeres por cáncer detectado”.

Un resultado de examen es considerado un falso-positivo cuando recomienda una prueba adicional para una lesión sospechosa pero no se encuentra cáncer. Además de causar ansiedad para las pacientes, los falsos-positivos llevan a pruebas adicionales que cuestan aproximadamente 1.600 millones de dólares por año, según la Dra. Buist.

El estudio incluyó una revisión de datos de seis registros de mamografía del Consorcio de Supervisión del Cáncer de mama en California, Carolina del Norte, Nueva Hampshire, Vermont, Washington y Nuevo México. Los investigadores estudiaron varias medidas de volumen interpretativo en relación al cribado de cribado para 120 radiólogos que interpretaron 783.965 mamogramas entre 2002 y 2006. El volumen fue medido de cuatro maneras: el número de mamogramas y diagnósticos leídos por un radiólogo anualmente, ambos separadamente y combinados, y la tasa de mamogramas de cribado totales (diagnósticos más cribado). El desempeño del cribado fue calibrado por la sensibilidad (la capacidad de detectar todos los cánceres presentes) y los falsos-positivos y las tasas de detección de cáncer.

Los resultados mostraron que el desempeño varió no solo por el número de exámenes interpretados, sino también por la tasa de cribado para los mamogramas totales (diagnóstico más cribado).

"Nuestro análisis demostró que el desempeño interpretativo del cribado no es probable que sea afectado por el volumen solo, sino más bien por un equilibrio en la composición del examen interpretado”, dijo la Dra. Buist. "Los datos sugieren que los radiólogos que interpretan mamogramas de cribado deben gastar al menos una parte de su tiempo interpretando mamogramas diagnósticos, porque los radiólogos que interpretaban muy pocos mamogramas diagnósticos tuvieron peor desempeño aún si ellos leían un gran volumen de mamogramas”.

Debido a que este estudio encontró que los radiólogos con volúmenes interpretativos anuales más altos tenían menos tasas de falsos-positivos (aún con tasas de sensibilidad similares a las de sus colegas con menor volumen), los investigadores simularon el efecto de incrementar el volumen interpretativo mínimo requerido de radiólogos practicantes en los Estados Unidos, el cual es actualmente de 960 mamogramas cada dos años.

Basados en 34 mujeres de 40-79 años que recibieron mamogramas de cribado cada año, los investigadores calcularon que aumentar el requerimiento de volumen total mínimo anual a 1.000 resultaría en una disminución de re-llamado para 43.629 mujeres. El costo calculado asociado con resultados falsos-positivos sería reducido a 21,8 millones de dólares.

"Recomendar cualquier aumento en los requerimientos de volumen, en los Estados Unidos, implicaría decisiones cruciales acerca de la importancia relativa de la detección del cáncer versus los exámenes falsos-positivos y los temas de recurso humano, puesto que los cambios pueden disminuir la suplencia de recurso humano y el acceso de las mujeres a la mamografía”, dijo la Dra. Buist.

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Group Health Research Institute



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