Primer ensayo de radioterapia para pacientes con cáncer de cabeza y cuello

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 08 May 2012
Los investigadores han presentado los hallazgos iniciales de un ensayo clínico, primero en su clase, en radioterapia adaptativa (RTA) para el cáncer de cabeza y cuello. El ensayo, financiado por el Instituto Nacional de Cáncer de los EE.UU (Bethesda, MD, EUA), suministra indicaciones de que la RTA puede beneficiar a los pacientes, con menos problemas técnicos de los que se creía anteriormente.

Los resultados de este ensayo fueron publicados en el avance de publicación en la revista International Journal of Radiation Oncology Biology Physics. Los médicos usan la radioterapia para tratar el carcinoma de orofaringe de células escamosas. El tratamiento de cuidado estándar actual se llama radioterapia de intensidad modulada (RTIM). La RTIM les permite a los médicos “esculpir” la radiación para adaptarse a la anatomía de los pacientes individuales. Aunque atractiva, esta técnica tiene un problema mayor—está basada totalmente en una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) tomada antes de que empiece el tratamiento real. Debido a que un curso típico de tratamiento de radiación para el cáncer de orofaringe dura seis a siete semanas, la RTIM no puede compensar los cambios típicos que suceden en el cuerpo de un paciente durante este tiempo, como pérdida de peso, reducción del tumor, o movimiento gradual de los tejidos normales. Un trabajo reciente sugiere que la incapacidad de la RTIM estándar para mantenerse al día con todos esos cambios puede llevar a toxicidad no anticipada, o potencialmente peor, perder el tumor.

Para este estudio nuevo, realizado en el Centro de Cáncer M.D. Anderson de la Universidad de Texas (Houston, TX, EUA), los investigadores empezaron a tratar a los pacientes con la RTIM estándar. Luego tomaron las TCs mientras los pacientes estaban yaciendo en la sala de tratamiento de radiación cada día de modo que pudieron rastrear cambios en el tumor y los tejidos normales durante el curso entero de tratamiento. Por medio de técnicas computarizadas, los investigadores adaptaban el tratamiento si notaban cambios significativos del tumor o el cuerpo que podían afectar la calidad del tratamiento. Lo más interesante, los investigadores encontraron que la mayoría de los pacientes requerían solo una o dos adaptaciones más de la RTIM para mantener la calidad del tratamiento.

“Este es el primer ensayo clínico prospectivo de su clase para calcular cómo la ‘readaptación’ de la RTIM al cuerpo de un paciente, impacta realmente el cuidado de un paciente que tiene cáncer de cabeza y cuello”, anotó David Schwartz, MD, subdirector de medicina de la radiación en el Sistema de Salud North Shore- Long Island Jewish (LIJ), profesor asociado de la Escuela de Medicina Hofstra-North Shore Long Island Jewish LIJ (Hempstead, NY, EUA), y un investigador sénior del Instituto de Investigación Médica Feinstein (Manhasset, NY, EUA).

“Lo que más nos animó fue que la RTA parece efectiva con solo una o dos re-planeaciones adicionales. Este significa que la RTA no tiene que ser una carga excesiva o costosa para hacer una diferencia. Esto es algo que es factible, y puede eventualmente hacer una diferencia en el mundo real en muchas clínicas. La RTA mantiene el tratamiento de radiación ajustado firmemente al cuerpo del paciente, casi como si fuera un envoltorio. Es tan individualizada como nuestro tratamiento actual puede realmente ser”.

El ensayo aprobado por la junta de revisión institucional registró a veinticuatro pacientes; los datos para 22 de esos pacientes fueron analizados en al menos 12 meses de seguimiento. El tratamiento fue iniciado con un plan basal de RTIM, y la tomografía computarizada (TC) fue realizada en la sala de tratamiento cada día para “mapear” los tumores y la anatomía normal para evaluar la necesidad de re-planear la RTA.

El sitio primario era la base de la lengua en 15 pacientes, amígdala en seis pacientes, y surco glosofaríngeo en un paciente. Veinte pacientes (9%) tenían enfermedad estadío IV según el Comité Conjunto Americano se Cáncer (AJCC). La distribución del estadío T fue: dos T1, 12 T2, tres T3, y cinco T4. L distribución del estadío N fue uno N0, dos N1, cinco N2a, 12 N2b, y dos N2c. De los pacientes, 21 (95%) recibieron terapia sistémica.

Todos los pacientes requirieron al menos una re-planeación RTA debido a los cambios del tumor y del tejido normal; ocho pacientes (36%) requirieron una segunda re-planeación RTA. Para los pacientes que requirieron una re-planeación adaptativa, las glándulas salivales parótidas se habían encogido en un promedio de 16% y los tumores se habían encogido en 5% en el tiempo de la re-planeación. Para los pacientes que requirió una segunda re-planeación adaptativa, las glándulas parótidas y los tumores se habían encogido en 24% y 14%, respectivamente. La mayoría de las re-planeaciones RTA fueron terminadas en un día.

Con un seguimiento medio de 31 meses, no ha habido falla en el sitio primario y una recaída ganglionar produciendo control local de la enfermedad 100% y 95% regional, a los dos años. La toxicidad crónica y los resultados funcionales más allá de un año permanecen favorables con relación a los resultados publicados para la RTIM estándar.


Enlaces relacionados:

University of Texas M.D. Anderson Cancer Center

Hofstra-North Shore Long Island Jewish School of Medicine

Feinstein Institute for Medical Research






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