Características de imágenes para tratamiento de heridas por armas a niños y adolescentes

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 16 Feb 2016
Unos investigadores que examinaban heridas de bala (GSW) intracraneales, producidas a niños y adolescentes, han identificado varios factores que permiten predecir la evolución de los pacientes.

Los investigadores encontraron nueve factores clínicos, de laboratorio y en las imágenes de tomografía computarizada (TC), que pudieron asociar estadísticamente con la mortalidad. Varios de estos factores incluyeron las pupilas bilaterales fijas o dilatadas, la disminución del volumen intravascular, la presión arterial sistólica inferior a 100 mm de Hg, anemia, una puntuación en la Escala de Coma de Glasgow de 5 o menos y ciertas lesiones, cuando hay varias lesiones cerebrales que involucran diversas partes del cerebro y algunos vasos sanguíneos.

Los resultados del estudio fueron publicados en la edición del 5 de enero de 2016 de la revista Journal of Neurosurgery. Los investigadores del Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Tennessee (Knoxville, TN, EUA, www.utk.edu) y de una serie de diversas instituciones, examinaron las historias clínicas de varios pacientes pediátricos con edades de 18 años o menos que recibieron tratamiento para GSW con penetración a la cabeza. El estudio incluyó los registros de 71 pacientes que tenían una edad media de 14 años cuando se presentaron y que sufrieron sólo de un único trauma. Se les realizó cirugía a treinta y nueve (55 %) de esos pacientes.

El resultado primario del estudio fue la puntuación en la Escala de Respuesta de Glasgow y la tasa de mortalidad global fue del 48 %, es decir, 34 de los 71 pacientes. Treinta de los 37 sobrevivientes (81 %) lograron un resultado favorable (Puntuación de 4 o 5, en la Escala de Respuesta de Glasgow).

Los resultados demostraron la importancia de la forma como se registran los datos clínicos y de laboratorio y los factores radiológicos asociados con la mortalidad, para ayudar a guiar los planes de tratamiento y para el pronóstico de los niños y adolescentes con heridas de bala. Los investigadores encontraron que sólo las pupilas bilaterales fijas y dilatadas son un indicador confiable para predecir la mortalidad. Los otros factores predictivos recogidos en este estudio fueron útiles sólo para ayudar a orientar la toma de decisiones con el fin de definir el tratamiento y la atención de los pacientes pediátricos. Los autores encontraron que los niños tienen una buena capacidad para superar las lesiones neurológicas graves.

Los autores dijeron: “Cuando le presentan un niño que ha sufrido una herida de bala intracraneal, el neurocirujano debe decidir rápidamente si el niño tiene una lesión fatal, una lesión que podría no ser mortal, pero que es muy probable que tenga un resultado neurológico devastador o una lesión a la cual va a sobrevivir con una posibilidad razonable de mantener o recuperar de manera significativa su funcionamiento neurológico”.

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University of Tennessee



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