Identifica diferencias en enfermedad bipolar infantil

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 08 Feb 2011
Investigadores estadounidenses son los primeros en usar la imagenología cerebral para examinar los efectos de la emoción sobre la función de la memoria en el trabajo, en niños con enfermedad bipolar pediátrica (PBD) o enfermedad de hiperactividad de déficit de atención (ADHD).

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC; EUA), fue publicado en la edición de Octubre de 2010 del Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry. La PBD y la ADHD son enfermedades de desarrollo muy severas que comparten características de comportamiento como impulsividad, irritabilidad, y problemas de atención.

Usando resonancia magnética funcional (fMRI), los investigadores de la UIC estudiaron la actividad cerebral de los niños cuando realizaban una tarea de trabajo de memoria mientras veían caras con emociones diferentes, como enojo, felicidad, o expresiones neutrales. A los niños, de edades de 10 a 18 años, se les pidió recordar las caras y presionar un botón en el escáner RM si veían la misma cara que fue presentada en dos ensayos anteriores. El estudio incluyó 23 niños no medicados con enfermedad bipolar, 14 niños no medicados con ADHD, y 19 controles sanos.

"Es una prueba de funcionamiento de memoria simple pero elegante que nos dice mucho acerca de cómo su cerebro recuerda estímulos como las caras o los objetos”, dijo la Dra. Alessandra Passarotti, profesora asistente de psiquiatría de la UIC y autora principal del estudio. "También añadimos un componente emocional—debido a que ambas enfermedades muestras déficits emocionales –para estudiar cómo el funcionamiento de la memoria está afectado por el reto emocional”.

Los investigadores encontraron que aunque ambas enfermedades muestran disfunción en la corteza pre-frontal relacionada con los controles sanos, el grupo ADHD tuvo la disfunción más severa en esta región significativa.

Desde una perspectiva de tratamiento, aprendizaje, e intervención, el siguiente paso para los investigadores y los médicos es averiguar cómo ayudar a los pacientes a usar su corteza pre-frontal, dijo la Dra. Passarotti. Los investigadores también descubrieron que mientras que el grupo ADHD tuvo mayor disfunción en los circuitos de funcionamiento de la memoria en el cerebro, el grupo bipolar tuvo más déficits en las regiones del cerebro involucrados en el procesamiento y regulación de la emoción.

Ahora que los investigadores están empezando a diferenciar entre las dos enfermedades a nivel de una red cerebral, en vez de solo a nivel del comportamiento, la meta a largo plazo es desarrollar pruebas diagnósticas basadas en marcadores neurológicos y de comportamiento de la enfermedad, que puedan ser usados en la clínica.

Es difícil para los médicos diferenciar entre las dos enfermedades por el comportamiento, lo cual puede llevar a un diagnóstico incorrecto y medicamentos equivocados, un empeoramiento de los síntomas, y mayor frustración para los niños y los padres, de acuerdo con la Dra. Passarotti, una investigadora del Instituto de Investigación Juvenil de UIC. Reportó que aunque los investigadores todavía no entienden todos los déficits neurológicos que caracterizan los perfiles ADHD y PBD, saben que el tratamiento con drogas que funcionan para ADHD no funcionan para la enfermedad bipolar.

"En efecto, si usted da un estimulante a un niño con enfermedad bipolar, se vuelve más maniático, y esto hace que su enfermedad empeore, mientras que si le da la medicina reguladora del humor comúnmente prescrita para PBD a un niño con ADHD, siguen mostrando muchos déficits de atención y no muestran ninguna mejoría”, concluyó la Dra. Passarotti. "Nuestra esperanza es que diferenciando mejor entre esas dos enfermedades del desarrollo, podemos ayudar a desarrollar diagnósticos más exactos y tratamientos más enfocados para la PBD y la ADHD.”

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University of Illinois at Chicago


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