Imaginología muestra alteraciones del desarrollo cerebral que causan el autismo
Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 06 Jan 2012
Los investigadores han encontrado una explicación posible al porqué los niños autistas actúan y piensan de forma diferente que sus pares. Por primera vez, han mostrado que las conexiones entre las regiones cerebrales que son importantes para el lenguaje y las destrezas sociales crecen mucho más lentamente en los niños con autismo que en los niños no autistas.Actualizado el 06 Jan 2012
Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA; USA) han encontrado una razón posible por la cual los niños autistas piensan y actúan de manera diferente a los niños de su misma edad. Por primera vez, han mostrado que las conexiones entre las regiones cerebrales que son importantes para las destrezas sociales y del lenguaje crecen más lentamente en los niños con autismo con respecto a los niños sin autismo.
Reportando en la edición en línea del 20 de octubre de 2011, de la revista Human Brain Mapping, la autora senior Jennifer G. Levitt, una profesora de psiquiatría del Instituto de Neurociencias y Comportamiento Humano Semel de UCLA; el primer autor, Xua Hua, un investigador de postdoctorado de UCLA y colegas encontraron tasas de crecimiento aberrantes en áreas del cerebro implicadas en el deterioro social, déficits de comunicación, y comportamientos repetitivos que caracterizan al autismo.
Se cree que el autismo afecta a uno de 110 niños, solo en los Estados Unidos, y muchos especialistas expertos creen que los números están creciendo. A pesar de su prevalencia, poco se sabe acerca de la enfermedad, y no se ha descubierto una cura. Este proceso altamente dinámico depende de la creación de conexiones nuevas, llamadas materia blanca, y la eliminación, o “poda”, de células cerebrales no usadas, llamadas materia gris. Como resultado, nuestros cerebros funcionan de la manera ideal y más eficiente para entender y responder al mundo que nos rodea.
Aunque la mayoría de los niños con autismo son diagnosticados antes de que tengan tres años de edad, este estudio nuevo sugiere que los retrasos en el desarrollo continúan en la adolescencia. “Debido a que el cerebro de un niño con autismo se desarrolla más lentamente durante este periodo crítico de la vida, esos niños pueden tener un tiempo especialmente difícil luchando por establecer la identidad personal, desarrollar interacciones sociales, y refinar las destrezas emocionales”, dijo el Dr. Hua. “Este conocimiento nuevo puede ayudar a explicar algunos de los síntomas del autismo y puede mejorar las opciones futuras de tratamiento”.
Los investigadores usaron un tipo de imaginología cerebral llamada una resonancia magnética (RM) ponderada T1, que puede “mapear” los cambios estructurales durante el desarrollo cerebral. Para evaluar cómo los cerebros de los niños con autismo se alteraron en el tiempo, escanearon 13 niños diagnosticados con autismo y un grupo control de siete niños no autistas en dos ocasiones separadas. Los niños variaron en edad de 6 a 14 en el momento del primer examen; en promedio, fueron escaneados de nuevo aproximadamente tres años después. Escaneando los niños dos veces, los científicos pudieron crear una imagen detallada de cómo el cerebro cambia durante este periodo crítico del desarrollo.
Además de ver que las conexiones de la materia blanca entre aquellas regiones cerebrales que son críticas para el lenguaje y las destrezas sociales fueron creciendo mucho más lentamente en los niños con autismo, descubrieron una anomalía secundaria en dos regiones del cerebro: en el putamen y la cingulata anterior, las células no usadas no eran recortadas correctamente.
“En conjunto, esto crea circuitos cerebrales inusuales, con células que están demasiado conectadas a sus vecinas cercanas y sub-conectadas a células importantes, haciendo difícil para el cerebro procesar la información de una manera normal”; dijo el Dr. Hua. “Las regiones cerebrales donde las tasas de crecimiento fueron encontradas por ser las más alteradas estuvieron asociadas con los problemas con que luchan con más frecuencia los niños autistas–el deterioro social, déficits de comunicación, y comportamiento repetitivo”.
Estudios futuros usando técnicas alternativas de neurociencias deben intentar identificar la fuente de este daño de la materia blanca, según los investigadores. “Este estudio proporciona un entendimiento nuevo de cómo los cerebros de los niños con autismo están creciendo y desarrollándose de una manera única”, dijo el Dr. Levitt. “La imaginología cerebral puede ser usada para determinar si los tratamientos son exitosos en el manejo de la diferencia biológica. El crecimiento cerebral retrasado en el autismo puede también sugerir un enfoque diferente para la intervención educativa en los pacientes adolescentes y adultos, puesto que sabemos que sus cerebros están conectados de forma diferente para percibir la información”.
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University of California, Los Angeles