Imaginología de tensor de difusión revela que cabezazo en fútbol puede producir lesión cerebral

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 26 Jan 2012
Empleando imaginología de tensor de difusión (DTI) para evaluar los efectos del cabezazo del fútbol, investigadores han descubierto que los jugadores que cabecean el balón con mucha frecuencia tienen anormalidades cerebrales similares a aquellos encontrados en los pacientes con lesión cerebral traumática (LCT).

La investigación fue presentada el 29 de Noviembre de 2011, en el congreso anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), realizada en Chicago (IL, EUA). El cabeceo es una parte del juego y el enfoque de muchos ejercicios de entrenamiento.

“Cabecear un balón de fútbol no es un impacto de una magnitud que lacerará las fibras nerviosas en el cerebro”, dijo Michael L. Lipton, MD, PhD, director asociado del Centro de Investigación de Resonancia Magnética Gruss en el Colegio de Medicina Albert Einstein (Nueva York, NY, EUA) y director médico de servicios RM del Centro Médico Montefiore (Nueva York, NY, EUA). “Pero el cabeceo repetitivo puede desencadenar una cascada de respuestas que puede llevar a la degeneración de las células cerebrales”.

La DTI, una técnica de resonancia magnética (RM), les permite a los investigadores evaluar las alteraciones microscópicas en la materia blanca del cerebro, que comprende millones de fibras nerviosas llamadas axones que actúan similar a los cables de comunicación conectando varias áreas del cerebro. La DTI genera una medición, llamada anisotropía fraccional (AF), del movimiento de las moléculas de agua a lo largo de los axones. En la materia blanca sana, la dirección del movimiento del agua es bastante uniforme y tiene una medición alta en AF. Cuando el movimiento del agua es más aleatorio, los valores AF disminuyen. “Una AF anormalmente baja dentro de la materia blanca ha sido asociado con daño cognoscitivo en los pacientes con TBI”, anotó el Dr. Lipton.

El Dr. Lipton y colegas realizaron DTI en 32 jugadores de fútbol amateur (edad promedio: 30,8 años), todos los cuales han jugado fútbol desde la infancia. Los investigadores estimaron qué tan frecuentemente el jugador de fútbol cabeceaba la pelota al año y luego clasificaron a los jugadores con base en la frecuencia del cabeceo. Luego compararon las imágenes cerebrales de los cabeceadores más frecuentes con aquellos jugadores restantes e identificaron las áreas del cerebro donde los valores AF eran considerablemente diferentes.

“Entre los dos grupos, hubo diferencias significativas en AF en cinco regiones cerebrales en el lóbulo frontal y en la región tempero-occipital”, declaró el Dr. Lipton. “Los jugadores de fútbol que cabeceaban con más frecuencia tuvieron AF significativamente más baja en esas regiones cerebrales”.

Las cinco regiones identificadas por los investigadores son responsables de la atención, memoria, funcionamiento ejecutivo, y funciones visuales de alto orden. Para evaluar la correlación entre la frecuencia del cabeceo y los cambios en la materia blanca, los investigadores también compararon la magnitud de AF en cada región cerebral con la frecuencia del cabeceo en cada jugador de fútbol.

“Nuestra meta era determinar si había un nivel umbral para la frecuencia del cabeceo que, cuando es sobrepasado, produce una lesión detectable de la materia blanca”, dijo el Dr. Lipton.

Los hallazgos del estudio demostraron un nivel umbral de aproximadamente 1.000-1.500 cabezazos por año. Once jugadores en el estudio excedían ese nivel, los investigadores observaron una reducción considerable en AF en las cinco regiones cerebrales identificadas. “Lo que hemos mostrado aquí es evidencia convincente de que hay cambios cerebrales que parecen como lesión cerebral traumática como resultado de cabecear un balón de fútbol con mucha frecuencia”, dijo el Dr. Lipton. “Dado que el fútbol es el deporte más popular en el mundo y es jugado extensamente por los niños, esos son hallazgos que deben ser tomados en consideración para proteger a los jugadores de fútbol”.

Enlace relacionado:
Gross Magnetic Resonance Research Center at the Albert Einstein College of Medicine



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