Lesión cerebral vascular es mayor factor de riesgo que placas amiloides en proceso de envejecimiento cognitivo

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 22 Mar 2013
Según unos nuevos hallazgos, la lesión cerebral vascular de las enfermedades como apoplejía e hipertensión sanguínea son factores de riesgo más importantes para el daño cognitivo, entre personas mayores no dementes, que la acumulación de las placas amiloides del cerebro que han sido implicadas por largo tiempo en condiciones como la enfermedad de Alzheimer (EA).

Publicado en línea el 11 de febrero de 2013, en JAMA Neurology (anteriormente Archives of Neurology), el estudio encontró que la lesión cerebral vascular tuvo la mayor influencia para una variedad de dominios cognitivos, incluyendo el olvido del deterioro cognitivo leve y el pensamiento de nivel superior.

Los investigadores además trataron de determinar si había, o no, una asociación entre la lesión cerebral vascular y el depósito de placas beta amiloides (Αβ), pensaban que son consideradas un marcador temprano e importante de enfermedad de Alzheimer, dijo Bruce Reed, director asociado del Centro de Investigación de Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de California (UC) en Davis (Martinez, CA, EUA). También intentaron decodificar qué efecto tiene cada uno sobre la memoria y el funcionamiento ejecutivo.

“Nos fijamos en dos preguntas”, dijo el Dr. Reed, profesor en el departamento de neurología de UC Davis. “La primera pregunta era si esas dos patologías se correlacionan entre sí, y la respuesta simple es ‘no’. Investigación anterior realizada en animales, ha sugerido que tener una apoplejía causa más depósito de beta amiloide en el cerebro. Si ese fuera el caso, las personas que tenían más lesiones cerebrales vasculares deben tener niveles más altos de beta amiloide. No encontramos evidencia que soporte eso. La segunda era si los niveles más altos de enfermedad cerebrovascular o placas amiloides tienen un impacto mayor sobre la función cognitiva en los adultos mayores, no dementes. La mitad de los participantes del estudio tenían niveles anormales de beta amiloide y la mitad lesión cerebral vascular, o infartos. Era realmente muy claro que el amiloide tenía muy poco efecto, pero la lesión cerebral vascular tuvo efectos claramente negativos. A más lesión cerebral vascular que los participantes tenían, peor memoria y peor su función ejecutiva—su capacidad de organizar y solucionar un problema”.

La investigación fue realizada en 61 participantes del estudio hombres y mujeres que variaban entre 65 a 90 años de edad, con una edad media de 78 años. La tercera parte de los participantes eran clínicamente “normales”, 24 tenían deterioro cognitivo, y siete estaban diagnosticados con demencia, basados en pruebas cognitivas. Los participantes habían sido reclutados de California del Norte entre los años 2007 a 2012.

Los participantes del estudio se sometieron a resonancia magnética (RM) —para medir la lesión cerebral vascular—y las tomografías de emisión de positrones (PET) para medir el depósito beta amiloide: marcadores de las dos patologías más comunes que afectan el cerebro que envejece. La lesión cerebral vascular emerge como los infartos cerebrales y las hiper-intensidades de la materia blanca en las RMs, regiones del cerebro que aparecen blancas brillantes.

El estudio demostró que la memoria y la función ejecutiva se correlacionaron negativamente con los infartos cerebrales, particularmente infartos en la materia gris cortical y sub cortical. Aunque los infartos fueron típicos en este grupo, los infartos variaron mucho en tamaño y localización, y muchos habían estado silenciosos clínicamente. El nivel de amiloide, en el cerebro, no se correlacionó con alteraciones en la función ejecutiva o la memoria, y no hubo signos de que el amiloide interactuara con los infartos para lesionar el pensamiento.

Según el Dr. Reed, la investigación es significativa porque hay una cantidad grande de interés en detectar la EA en su estadío más temprano, antes de que una persona muestre síntomas clínicos. Es posible realizar un examen cerebral e identificar el beta amiloide en el cerebro, y eso es un avance muy nuevo.

“El uso de esta herramienta diagnóstica se volverá razonablemente ampliamente disponible dentro del siguiente par de años, de modo que los médicos podrán detectar si una persona tiene o no niveles anormales de beta amiloide en el cerebro. Así es muy importante entender el significado de un hallazgo de depósito de beta amiloide”, dijo el Dr. Reed. “Lo que este estudio dice es que los médicos deben pensar acerca de esto de una manera un poco más complicada. No deben olvidarse de la enfermedad cerebrovascular, la cual es también muy común en este grupo de edad y también pueden causar problemas cognitivos. Aun si una persona tiene placas amiloides, esas placas pueden no ser la causa de sus síntomas cognitivos leves”.

Enlace relacionado:

University of California, Davis



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