RM de flujo sanguíneo 4D detecta enfermedad aórtica

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 26 Mar 2014
Una nueva técnica de imagenología desarrollada para medir el flujo sanguíneo en el corazón y los vasos ha demostrado identificar una anormalidad cardiaca congénita común, la válvula aórtica bicúspide, y puede llevar a una mejor predicción de las complicaciones.

Los investigadores publicaron sus hallazgos el 11 de febrero de 2014, en la revista Circulation, y demostraron por primera vez una conexión anteriormente no conocida entre las anormalidades de la válvula cardiaca, las alteraciones del flujo sanguíneo en el corazón y la enfermedad aórtica. Revelaron que los cambios del flujo sanguíneo fueron promovidos por tipos específicos de válvulas aórticas anormales, y pudieron asociar directamente los patrones de flujo sanguíneo con enfermedades aórticas.

Imagen: Un RM de flujo 4D usado para realzar las capacidades de predicción de la enfermedad cardiaca (Fotografía cortesía de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Noroeste).

“El flujo sanguíneo en los pacientes con válvulas aórticas bicúspides fue significativamente diferente en comparación con el de los pacientes con válvulas normales”, dijo el autor principal Dr. Michael Markl, profesor asociado de radiología de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern (Chicago, IL, EUA). “Ahora tenemos evidencia directa de que las válvulas bicúspides inducen cambios en el flujo sanguíneo y que el tipo de anormalidad del flujo puede contribuir al desarrollo de expresiones diferentes de enfermedad cardiaca en esos pacientes”.

Una válvula aórtica bicúspide es una anormalidad cardiovascular congénita más común, una enfermedad cardiaca en la cual la válvula aórtica solo tiene dos aletas, en vez de las tres normales. A pesar de la ausencia de síntomas, puede producir complicaciones significativas y potencialmente nocivas, incluyendo el agrandamiento del vaso sanguíneo, que resulta en la formación de aneurismas y ruptura. Sin embargo, no se sabe cuáles pacientes están en riesgo más alto para complicaciones y si el origen de la enfermedad es genético o está asociado con cambios en el flujo sanguíneo.

La tecnología de imagenología de resonancia magnética (RM) de flujo tetradimensional (4D) usada en el estudio puede suministrar mejor disponibilidad predictiva. “El estudio demostró que las técnicas nuevas de imagenología pueden ayudar a determinar cambios específicos del paciente en el flujo sanguíneo para entender mejor cuáles áreas regionales de la aorta son más propensas a desarrollar la enfermedad”, dijo el Dr. Markl. “Además el conocimiento de patrones anormales de flujo sanguíneo puede ser importante para identificar mejor a los pacientes en riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca”.

Los investigadores se sorprendieron al ver una distinción evidente entre las expresiones diferentes de complicaciones aórticas para diferentes tipos de enfermedad valvular congénita. A pesar de que esos resultados muestran evidencia de esta relación, se requieren estudios observacionales a largo plazo, según los investigadores, para una determinación mejor del potencial de la RM de flujo 4D para mejorar las capacidades de predicción de la enfermedad.

Un estudio de seguimiento longitudinal de los pacientes con válvula aórtica bicúspide está en progreso en la Universidad Northwestern. “Finalmente, esperamos que esta técnica de imagenología facilite la identificación temprana de los patrones de flujo sanguíneo de alto riesgo con el agrandamiento progresivo aórtico, mejorando la adjudicación de recursos de salud en el cuidado de esos pacientes con esta condición prevalente”, concluyó el Dr. Markl.

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Northwestern University Feinberg School of Medicine



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