Muestran compensación neuronal en algunos individuos con proteína relacionada con el Alzheimer

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 28 Oct 2014
Un estudio con imágenes neurológicas ha demostrado que el cerebro humano posee una plasticidad neuronal que compensa la acumulación de beta-amiloide, una proteína nociva relacionada con la enfermedad de Alzheimer.

Los resultados, publicados el 14 de septiembre de 2014 en la revista Nature Neuroscience, podrían ayudar a aclarar cómo es que algunos adultos mayores con depósitos de beta-amiloide en su cerebro pueden mantener normal la función cognitiva, mientras que otros llegan a desarrollar demencia.

Imagen A: Las exploraciones por fMRI de todos los sujetos incluidos en el estudio. Las zonas amarillas y rojas mostradas en la sección A representan las partes del cerebro que se activan mientras las personas están formando los “recuerdos esenciales” de unas imágenes que han visualizado. La Sección B representa las zonas de mayor activación, que se muestran en amarillo y rojo, mientras se están formando los recuerdos detallados (Fotografía cortesía de Jagust Lab).

“Este estudio proporciona evidencia de que hay una función de plasticidad o de compensación en el cerebro de las personas mayores, que parece ser beneficiosa, incluso en los casos de acumulación de beta-amiloide”, dijo el investigador principal del estudio, el Dr. William Jagust, un profesor con nombramientos conjuntos en el Instituto de Neurociencias Helen Wills de la Universidad de California (UC) de Berkeley (CA, EUA), la Facultad de Salud Pública y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley, CA, EUA).

Las investigaciones anteriores habían demostrado una relación entre el aumento de la actividad cerebral y los depósitos de beta-amiloide, pero no estaba claro si esa actividad se relaciona con un mejor desempeño intelectual. El estudio incluyó a 22 adultos jóvenes sanos y 49 adultos mayores que no tenían signos de deterioro mental. Los escáneres cerebrales mostraron que 16 de los participantes mayores del estudio tenían depósitos de beta-amiloide, mientras que los restantes 55 adultos, no.

Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para monitorizar la actividad cerebral de los pacientes durante el proceso de memorización de imágenes de diversas escenas. Posteriormente, los investigadores probaron la “memoria esencial” de los participantes pidiéndoles que validaran si una descripción escrita de una escena, por ejemplo, de un niño parado de cabeza, se correspondía con la imagen que habían visto antes. Se les pidió luego a los participantes que confirmaran si eran correctos ciertos detalles específicos escritos acerca de la escena, como por ejemplo el color de la camisa del niño.

“En general, los grupos tuvieron un desempeño similar en la realización de las tareas, pero resultó que para las personas con depósitos de beta-amiloide en el cerebro, mientras más detallada y compleja fuera la memoria, había mayor actividad cerebral”, dijo Jagust. “Pareciera que su cerebro había encontrado una manera de compensar la presencia de las proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer”.

Lo que es aún incierto, según el Dr. Jagust, es por qué algunas personas con depósitos de beta-amiloide utilizan ciertas partes de su cerebro de mejor manera que otras. Estudios anteriores sugieren que las personas que se involucran durante toda su vida en actividades que estimulan la mente tienen niveles más bajos de beta-amiloide. “Creo que es muy posible que el cerebro de las personas que pasan toda su vida participando en tareas que estimulan la actividad cognitiva se adapte con mayor facilidad frente a un daño potencial”, dijo el Dr. Jagust.

Enlace relacionado:
University of California Berkeley



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