Nueva técnica de resonancia magnética podría usarse para detectar cánceres de mama y próstata

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 22 Jun 2023

Las imágenes de difusión correlacionada (CDI) es una técnica innovadora de resonancia magnética que ofrece una visualización mejorada del movimiento de las moléculas de agua en el tejido al combinar y analizar las señales de resonancia magnética obtenidas en diferentes intensidades y tiempos de pulso de gradiente. Inicialmente desarrollada como una herramienta de imagen prometedora para la detección del cáncer, una nueva investigación ahora ha descubierto su potencial para evaluar diversas afecciones, incluido el impacto de la COVID-19 en el cerebro, así como para detectar cánceres de mama y próstata.

Los ingenieros de la Universidad de Waterloo (Waterloo, ON, Canadá) habían ideado previamente las CDI como un medio para mejorar las mediciones de imágenes para la detección del cáncer. Reconociendo sus capacidades, los científicos del Instituto de Investigación Rotman de Baycrest (Toronto, Canadá) se embarcaron en un estudio innovador para explorar el potencial de las CDI en la identificación de cambios cerebrales asociados con la COVID-19. Las pruebas posteriores confirmaron la hipótesis. Las CDI revelaron patrones de difusión alterados en la materia blanca del lóbulo frontal, mostrando una difusión de moléculas de agua menos restringida en pacientes con COVID-19. Al mismo tiempo, exhibió una difusión más restringida en el cerebelo de las personas afectadas por COVID-19.


Imagen: La nueva técnica de resonancia magnética que captura el impacto de la COVID-19 en el cerebro también podría detectar cánceres de seno y próstata (Fotografía cortesía de Freepik)

El estudio de Rotman es uno de los pocos que arroja luz sobre los efectos de la COVID-19 en el cerebro. Significativamente, es el primero en informar anomalías de difusión en la sustancia blanca del cerebelo. Si bien el estudio tuvo como objetivo demostrar cambios en lugar de daños cerebrales específicos como resultado de la COVID-19, su informe final analiza las posibles fuentes de tales alteraciones y sus posibles conexiones con enfermedades y daños. Las investigaciones futuras podrían profundizar en si la COVID-19 conduce a un daño real en el tejido cerebral y explorar cualquier cambio potencial en la materia gris del cerebro.

“Con suerte, esta investigación puede conducir a mejores diagnósticos y tratamientos para los pacientes con COVID-19”, dijo Alexander Wong, profesor de ingeniería de diseño de sistemas en la Universidad de Waterloo que desarrolló las CDI. “Y ese podría ser solo el comienzo para las CDI, ya que podría usarse para comprender los procesos degenerativos en otras enfermedades como el Alzheimer o para detectar cánceres de mama o próstata”.

Enlaces relacionados:
Universidad de Waterloo
Instituto de Investigación Rotman


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