Terapia con luz de baja intensidad cura lesiones cerebrales graves

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 12 Jun 2024

A lo largo de los años se han explorado diferentes longitudes de onda de luz por su potencial para mejorar la cicatrización de heridas. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que la fototerapia de bajo nivel podría tener un efecto beneficioso en la recuperación de personas que han experimentado lesiones cerebrales importantes.

En el estudio publicado en la revista Radiology, investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH, Boston, MA, EUA) administraron terapia de luz de bajo nivel a 38 pacientes que habían sufrido lesiones cerebrales traumáticas moderadas, lo suficientemente graves como para afectar la cognición o ser detectables mediante un escáner cerebral. La terapia se aplicó dentro de las 72 horas posteriores a la lesión utilizando un casco que emite luz infrarroja cercana. Para evaluar el impacto de este tratamiento, se utilizaron exploraciones por resonancia magnética funcional, centrándose en la conectividad funcional del cerebro en estado de reposo, que examina la comunicación entre las regiones del cerebro cuando una persona no está realizando tareas activamente. Las evaluaciones de resonancia magnética se realizaron en diferentes etapas: dentro de una semana después de la lesión (fase aguda), dos o tres semanas después de la lesión (fase subaguda) y tres meses después de la lesión (fase subaguda tardía).


Imagen: Mapas cerebrales de fMRI de la conectividad funcional en estado de reposo en participantes representativos de la misma edad y sexo (foto cortesía de Radiology; doi.org/10.1148/radiol.230999)

De los 38 pacientes, 21 no recibieron fototerapia mientras usaban el casco; sirvieron como controles para reducir el sesgo relacionado con las características de los pacientes y evitar los efectos placebo. Los hallazgos mostraron que los pacientes que recibieron fototerapia exhibieron significativamente más cambios en la conectividad en estado de reposo entre siete pares de regiones del cerebro durante la fase aguda a subaguda en comparación con los controles. Este aumento de la conectividad fue más notable en las dos primeras semanas. Sin embargo, los investigadores no encontraron diferencias a largo plazo en la conectividad entre los dos grupos, lo que indica que si bien la fototerapia puede aumentar la conectividad cerebral inicialmente, sus efectos duraderos siguen sin estar claros. El mecanismo exacto por el cual la fototerapia afecta al cerebro aún está bajo investigación, aunque se cree que implica cambios en una enzima dentro de las mitocondrias de la célula, lo que lleva a una mayor producción de trifosfato de adenosina, la molécula de almacenamiento y transferencia de energía en las células.

La fototerapia también se asocia con la dilatación de los vasos sanguíneos y efectos antiinflamatorios. A pesar de la mayor conectividad observada en pacientes tratados con fototerapia durante las fases aguda a subaguda, no se observaron diferencias significativas en los resultados clínicos entre los grupos tratados y de control. Se necesitan más estudios con grupos de pacientes más grandes y cronogramas de imágenes extendidos más allá de tres meses para comprender mejor el potencial terapéutico de la luz en el tratamiento de lesiones cerebrales traumáticas. Los investigadores anticipan que el alcance de la fototerapia se ampliará a medida que surjan más hallazgos. La luz de longitud de onda de 810 nanómetros utilizada en este estudio ya se utiliza en diversos contextos terapéuticos. Es seguro, sencillo de administrar, no implica cirugía ni medicamentos y puede usarse fuera del entorno hospitalario debido a la portabilidad del casco. Podría encontrar aplicaciones en el tratamiento de otras afecciones neurológicas, como el trastorno de estrés postraumático, la depresión y el autismo, que son áreas prometedoras para la fototerapia.

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