Marcador tumoral y ecografía endoscópica para detección temprana del cáncer de páncreas
Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 30 Aug 2011
Los investigadores informaron que el uso de un marcador tumoral, el CA [antígeno de cáncer] 19-9 en suero, combinado con una ecografía endoscópica, si el marcador tumoral está elevado, tiene más probabilidad de detectar el cáncer de páncreas en estadío 1, en una población de alto riesgo que si se usan los medios de detección estándar.Actualizado el 30 Aug 2011
Los resultados del estudio fueron publicados en la edición de julio 2011 de GIE: Gastrointestinal Endoscopy, la revista científica de la Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal (ASGE).
El cáncer de páncreas es la cuarta causa de muerte por cáncer en los Estados Unidos. La enfermedad avanzada al momento del diagnóstico se correlaciona directamente con una peor supervivencia general. Los síntomas de dolor abdominal, ictericia y/o pérdida de peso con frecuencia no aparecen hasta que el tumor está avanzado localmente o es metastásico, punto en el que las opciones de tratamiento eficaces son muy limitadas. Por el contrario, la detección y extirpación de cáncer de páncreas, cuando está confinado al páncreas (enfermedad en estadío 1), mejora la supervivencia general. Se necesita, con urgencia, un protocolo de cribado eficaz para detectar tumores en estadio temprano. Los métodos de imagen diagnóstica que se han utilizado para el cribado del cáncer de páncreas incluyen la ecografía endoscópica (EE), la tomografía computarizada (TC), la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM).
Ha habido un éxito limitado en el cribado de las poblaciones más jóvenes con el marcador tumoral CA19-9, por lo que los más recientes protocolos de despistaje de cáncer de páncreas se han centrado en poblaciones de alto riesgo. Se calcula que el 10% de los pacientes en los que el cáncer de páncreas se desarrolla tienen por lo menos un familiar de primer grado con la enfermedad. Estudios de cohortes múltiples y de caso-control han demostrado que una historia familiar con un pariente de primer grado con cáncer de páncreas aumenta significativamente el riesgo para un paciente de desarrollar cáncer de páncreas, aproximadamente de dos a cinco veces. El riesgo de desarrollar cáncer de páncreas aumenta significativamente a medida que el número de miembros de la familia afectados aumenta. La edad avanzada es también un factor de riesgo significativo, y el cáncer pancreático se presenta después de la edad de 50 años en el 93% de los pacientes.
“Nuestra hipótesis era que una población de alto riesgo identificada por la edad y por al menos un familiar de primer grado con cáncer de páncreas, puede ser examinada con éxito. Nuestro objetivo fue determinar si la neoplasia temprana de páncreas puede ser detectada en una población de alto riesgo mediante el uso de los marcadores tumorales CA 19-9 seguido por ecografía endoscópica dirigida. También tratamos de determinar si este protocolo tenía más probabilidades de detectar el cáncer pancreático en estadio temprano que los métodos de detección estándar”, dijo el autor principal del estudio Richard Zubarik, MD del Hospital y Centro Médico Fletcher Alien de la Universidad de Vermont (Burlington, EUA). “Nuestros resultados mostraron que el adenocarcinoma pancreático potencialmente curable puede ser identificado con este protocolo de detección. Es más probable que la etapa 1 del cáncer de páncreas se detecte a través de este protocolo de detección que a través de los medios de detección estándar”.
Este estudio de cohortes prospectivo se llevó a cabo en la Universidad de Vermont (UVM) y el Centro Médico Dartmouth-Hitchcock (DHMC, Lebanon, NH, EUA). Los pacientes fueron reclutados entre septiembre de 2006 y julio de 2009. Los pacientes incluidos tenían edades comprendidas entre los 50 y los 80 años y tenían al menos un familiar de primer grado (padres, hermanos o hijos) con cáncer de páncreas. La inscripción se iniciaba a los 45 años si el paciente tenía dos parientes de primer grado con cáncer de páncreas y a los 40 años de edad si la persona tenía una mutación BRCA2 o el síndrome de Peutz-Jeghers.
La prueba con el suero CA 19-9 se realizó en todos los pacientes. Fue elegido como el método de selección inicial, ya que es aceptable para los pacientes, es fácil de obtener, ampliamente disponible, barato y relativamente sensible a la enfermedad. La ecografía endoscópica se realizó sólo en pacientes con niveles elevados de CA 19-9 (un CA 19-9 con un valor superior a 37 U/ml es considerado elevado), independientemente de si uno o más miembros de la familia estaba afectado con cáncer de páncreas.
Un total de 546 pacientes fueron incluidos en el estudio. El CA 19-9 estuvo elevado en 27 pacientes (4.9%). Se detectaron hallazgos neoplásicos o malignos en cinco pacientes (0.9%), y cáncer de páncreas en un paciente (0.2%). El paciente con cáncer de páncreas detectado como parte de este estudio fue uno de los dos pacientes que acudieron a la Universidad de Vermont, en la etapa 1 del cáncer. Se hizo un contacto de seguimiento después de un año de contacto por teléfono con 519 pacientes (95%), por revisión de historias clínicas en 24 pacientes (4%), y mediante la revisión del índice de muerte de la seguridad social en tres pacientes (menos del 1%). El cáncer de páncreas no se detectó en el año de seguimiento en ningún otro paciente.
En el grupo de comparación, un total de 124 pacientes recibieron un diagnóstico de cáncer de páncreas entre septiembre de 2006 y julio de 2009. Los estadios del grupo de comparación en el momento de la presentación fue el siguiente: etapa 1, un paciente (0.9%), etapa 2, 52 pacientes (45.6%), etapa 3, 20 pacientes (17.5%), etapa 4, 41 pacientes (36%). El paciente detectado en el estudio con CA 19-9/EE tenía la enfermedad en etapa 1, mientras que sólo el 0.9% de los pacientes en el grupo de comparación presentaba la enfermedad en etapa 1. Esta diferencia fue estadísticamente significativa a pesar de tener solo un paciente con cáncer de páncreas detectado en el grupo de estudio debido a que la detección del cáncer en etapa 1 en el grupo de comparación es tan rara. La mediana de supervivencia de los 122 sujetos en el grupo de comparación fue de siete meses, con una tasa de supervivencia a dos años del 10%.
Los resultados concluyen que el cáncer pancreático potencialmente curable puede ser identificado con el CA 19-9 y la EE dirigida. Es más probable que se detecte el cáncer de páncreas en estadío 1 a través de este protocolo de detección que mediante el uso de medios de detección estándar. Las ventajas potenciales incluyen tasas aceptables de diagnóstico y exclusión de la enfermedad, así como costos aceptables (el costo para detectar una neoplasia de páncreas fue de US$ 8.431, mientras que el costo para detectar un cáncer de páncreas fue de US$41,133). En particular, el paciente con cáncer de páncreas detectado con este protocolo de selección está vivo sin evidencia de recidiva tres años después de la resección quirúrgica y es el sobreviviente de cáncer de páncreas más largo detectado en un protocolo de selección publicado. Además, no se desarrolló evidencia de cáncer de páncreas en los sujetos con estudios de despistaje negativos, por lo menos en el seguimiento de corto plazo.
Los investigadores señalan que el tamaño de la muestra es adecuado sólo para demostrar la viabilidad de este método, pero resumen que este ensayo hizo la selección exitosa de una población de pacientes de alto riesgo para el cáncer de páncreas según la edad y la predisposición genética. El cáncer de páncreas temprano, asociado con una prolongada supervivencia libre de enfermedad, puede ser detectado como parte de este protocolo de despistaje de páncreas. Es más probable que se detecte el cáncer de páncreas en estadío 1 con CA 19-9 y EE dirigida, y parece ser mejor que los medios convencionales de detección de cáncer de páncreas.
Enlaces relacionados:
University of Vermont
Dartmouth-Hitchcock Medical Center