Ráfagas de ultrasonido enfocadas ofrecen alternativa para tratamiento no invasivo de cálculos renales
Actualizado el 29 Mar 2022
Los cálculos renales son una afección muy común y, aunque muchos de ellos pasan por sí solos, a veces se necesitan otros tratamientos. Algunos cálculos bastante pequeños se pueden tratar con una técnica llamada litotricia extracorpórea por ondas de choque (ESWL), que utiliza ondas de choque para romper los cálculos para que sea más probable que pasen por sí solos. El procedimiento ESWL se realiza en un hospital o clínica, generalmente con el paciente bajo sedación. Sin embargo, una técnica innovadora llamada litotricia de onda explosiva (BWL) puede proporcionar una alternativa eficaz y más accesible para el tratamiento no invasivo de cálculos renales, según estudios iniciales en humanos.
Usando ráfagas de ultrasonido enfocadas para romper los cálculos renales, la BWL proporciona un nuevo enfoque prometedor para evitar los altos costos y la carga de atención médica del tratamiento de cálculos renales, según investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Seattle, WAA, EUA). Por varias razones, la BWL podría ser un importante avance práctico en el tratamiento de los cálculos renales. Muchos pacientes hacen múltiples visitas al departamento de emergencias mientras esperan el tratamiento definitivo de sus cálculos renales, y a menudo requieren opioides para controlar el dolor. Algunos pacientes requieren tratamiento repetido, incluso después de la cirugía o ESWL.
A diferencia de las ondas de choque que se usan en la ESWL, el procedimiento BWL usa "ráfagas armónicas cortas" de energía de ultrasonido, lo que potencialmente permite que los cálculos se rompan en un procedimiento más corto sin necesidad de sedación o anestesia. Los estudios preclínicos respaldaron la eficacia de la BWL para romper cálculos experimentales de diferentes tamaños y composiciones. Para el próximo paso en el desarrollo del procedimiento, los investigadores realizaron estudios iniciales en pacientes humanos con cálculos renales. Los pacientes se sometieron a un procedimiento quirúrgico, llamado ureteroscopia, que se usa para tratar cálculos más grandes. Antes de ese tratamiento, los cálculos se trataron con un período corto de BWL, no más de 10 minutos. Usando el ureteroscopio, los investigadores pudieron observar directamente qué tan bien funcionaban las ondas de ultrasonido para romper los cálculos, así como observar cualquier lesión en los tejidos renales.
En el estudio, se utilizó la BWL en 19 pacientes para tratar 25 cálculos confirmados. En general, una mediana del 90 % del volumen del cálculo se rompió por completo (conminutó) dentro del breve período de tratamiento. El 39 % de los cálculos estaban completamente fragmentados mientras que el 52 % estaban parcialmente fragmentados. La mayoría de los fragmentos de piedra medían menos de dos milímetros, lo suficientemente pequeños como para que pudieran pasar fácilmente por sí mismos, sin mucho dolor. El examen a través del ureteroscopio mostró lesión tisular leve o nula relacionada con el procedimiento BWL, que consistía principalmente en sangrado leve.
Los nuevos resultados "son un paso hacia una litotricia en el consultorio para pacientes despiertos", concluyen los investigadores. Planean más estudios para determinar si la técnica BWL puede cumplir su objetivo final de un "tratamiento no invasivo de 30 minutos en la clínica sin anestesia".
Enlaces relacionados:
Facultad de Medicina de la Universidad de Washington