Resultados favorables para cáncer de amígdala avanzado con radioterapia unilateral

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 16 Apr 2014
Emplear radioterapia solo para los ganglios linfáticos en un lado del cuello para el cáncer avanzado de amígdala logró un buen control local regional y sin recurrencia del cáncer en el lado no tratado. Además, esos hallazgos nuevos indican que la localización del tumor primario, en vez de la cantidad de compromiso del ganglio linfático en el lado del cuello del tumor, decide el riesgo para la enfermedad en el lado opuesto del cuello.

Los resultados fueron presentados durante el Simposio Multidisciplinario de Cáncer de Cabeza y Cuello 2014, realizado del 20-22 de febrero de 2014, en Scottsdale (AZ, EUA). El estudio se enfocó en 46 de 153 pacientes totales con carcinoma de células escamosas de la amígdala que recibieron tratamiento entre 1997 y 2012 en la Universidad de Washington en St. Louis (MO, EUA). La localización del tumor estaba bien documentada en los 46 pacientes que recibieron radioterapia (RT) unilateral, con 40 pacientes (87%) teniendo tumores primarios lateralizados (localizados en un lado de la garganta); dos pacientes (4%) tenían tumores no lateralizados, y en cuatro pacientes (9%), la lateralización no pudo ser determinada retrospectivamente. Los pacientes tuvieron resección quirúrgica y radioterapia de intensidad modulada (RTIM), con 30 pacientes recibiendo también quimioterapia concurrente.

Del sub grupo de 46 pacientes tratados unilateralmente, 72% eran hombres, y la edad media de los pacientes era de 59 años. Sesenta y un por ciento de los pacientes eran fumadores actuales o anteriores. La clasificación/estadío del cáncer para el grupo de estudio fue TX = 2% (1); T1 = 44% (20); T2 = 41% (19), y T3 = 13% (6). Los estadíos de los pacientes con respecto al compromiso de los ganglios linfáticos fueron N0 = 11% (5); N1 = 13% (6), y N2 = 76% (35). Las dosis de radiación formuladas fueron 60–66 Gy para el lecho post-operativo y comprometió el cuello, y 52–54 Gy para el cuello electivo en 30–33 fracciones usando una técnica simultánea de impulso integrado.

El periodo de seguimiento promedio fue de 2,8 años (el rango fue de 0,4 a 8,7 años). No hubo recurrencias locales o regionales reportadas, significando que el cáncer no recurrió en los ganglios adyacentes o en el sitio original del cáncer en ninguno de los pacientes. Las metástasis distantes, significando que el cáncer se diseminó del sitio del tumor original a órganos distantes o ganglios linfáticos, se desarrollaron en cuatro (9%) de los pacientes. Dos pacientes desarrollaron segundos tumores primarios.

“Todos los tratamientos para el cáncer —cirugía, radioterapia, quimioterapia—aunque sean efectivos, pueden causar toxicidad temporal y/o permanente que puede afectar la calidad de vida a largo plazo”, concluyó el autor del estudio, Wade Thorstad, MD, jefe del servicio de cabeza y cuello y profesor asociado de radio oncología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. “Nuestra investigación indica que para pacientes apropiadamente seleccionados con cáncer de amígdala, el volumen de la radioterapia necesario para el control del cáncer puede ser significativamente reducido, disminuyendo por lo tanto los efectos secundarios y la toxicidad de la radiación, y, a la vez, mantener una tasa alta del control del tumor”.


Enlace relacionado:
Washington University in St. Louis


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