Combinación de imágenes por resonancia magnética y PET con aminoácidos podría ayudar a tratar tumores cerebrales agresivos

Por el equipo editorial de MedImaging en español
Actualizado el 03 Nov 2023

Para lograr los mejores resultados en la extirpación de tumores cerebrales, los neurocirujanos y oncólogos radioterapeutas deben ser extremadamente precisos a la hora de localizar la propagación de células de glioma dentro del tejido cerebral de un paciente. Actualmente, el método principal para obtener esta información esencial es a través de imágenes por resonancia magnética nuclear o RMN. Durante la cirugía, los neurocirujanos se basan en imágenes de resonancia magnética para determinar la extensión de la lesión cancerosa a ser removida. En radioterapia, normalmente se utiliza un margen de seguridad estándar de aproximadamente dos centímetros más allá de los bordes visibles del tumor. Ahora, un nuevo proceso de obtención de imágenes de tumores que emplea tomografía por emisión de positrones (PET) podría ofrecer un método más refinado para la extirpación precisa de tumores cerebrales.

Los esfuerzos de colaboración realizados por instituciones científicas y de atención médica, incluido el Centro de Oncología Franciszek Lukaszczyk (Bydgoszcz, Polonia), han llevado al desarrollo de un nuevo procedimiento de obtención de imágenes para el glioblastoma. La PET comienza administrando al paciente de una dosis segura de un radioisótopo que se descompone rápidamente, el flúor-18. Luego, este radioisótopo se integra en las moléculas de tirosina, un aminoácido que es más abundante en las células cancerosas que en el tejido cerebral sano. Cuando la molécula de tirosina está dentro del tumor y el átomo del radioisótopo se desintegra, se emite un positrón, una antipartícula de un electrón cargada positivamente.


Imagen: El nuevo procedimiento de exploración PET permite una localización más precisa de tumores cerebrales (Fotografía cortesía del Centro de Oncología Lukaszczyk)

Como el cuerpo humano es rico en electrones, este positrón entra rápidamente en contacto con un electrón, lo que provoca una destrucción mutua y la conversión de su masa en energía. Este evento produce dos fotones con diferentes energías que viajan en direcciones opuestas. Un escáner PET detecta estos fotones emitidos y, midiendo las diferencias en sus tiempos de llegada, identifica el punto exacto donde se produjo la aniquilación. Este proceso sirve como un método confiable para determinar la ubicación de las células tumorales.

"En el transcurso de nuestro estudio, hemos demostrado nuestra capacidad para evaluar la infiltración de gliomas de alto grado más allá de los límites observables proporcionados por la mejora del contraste en las imágenes por resonancia magnética", afirmó el profesor Maciej Harat, uno de los arquitectos del marco de investigación. “Esto sugiere que incluso la resección tumoral más agresiva guiada por imágenes de resonancia magnética puede dejar inadvertidamente una porción significativa del tumor sin abordar, precipitando en consecuencia una rápida recurrencia de la enfermedad. Este descubrimiento es un resultado directo de nuestro principal logro, a saber, la validación de una modalidad alternativa de imágenes cerebrales: la tomografía por emisión de positrones utilizando tirosina marcada con flúor”.

Enlaces relacionados:
Centro de Oncología Franciszek Lukaszczyk


Últimas Medicina Nuclear noticias